La censura mantiene «retenido» el último film de Helvio Soto
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1 Intereses políticos antinacionales y regresivos están impidiendo que la censura cinematográfica apure un veredicto positivo sobre el film CALICHE SANGRIENTO, del cineasta nacional Helvio Soto. El próximo miércoles se cumplen 20 días desde que la película (cuyo costo asciende a los 400 millones de pesos pasó a la censura, sin que ésta la haya calificado. CALICHE SANGRIENTO continúa retenida en la censura cinematográfica, con el evidente perjuicio financiero para el promotor.

El Consejo de la Censura argumenta que la película es “conflictiva” y que, por ello, ha debido recurrirse a diversas asesorías. Lo inusitado se produjo cuando el coronel Subdirector de la Academia de Guerra del Ejército. Hernán Béjares, fue designado como uno de los asesores. La presencia de un coronel de ejército en la asesoría de censura de cine es doblemente extraña si se piensa que el ejército chileno ofreció su colaboración y participó en la filmación del CALICHE SANGRIENTO. El asesor uniformado no dio tampoco veredicto, aun cuando ha trascendido que habría molestias en el alto mando de las fuerzas del ejército por la película.

El Consejo de Censura pidió entonces otras asesorías como la de representantes de los Ministerios del Interior, Educación y Relaciones Exteriores, así como de Claudio Orrego en representación del Presidente de la República, y todos los veredictos finales han resultado favorables al film CALICHE SANGRIENTO. Sin embargo, hasta la fecha, los componentes de la censura mantienen retenida la película y no dan el calificativo final sobre ella.

CONSEJO MOMIO

La totalidad de los integrantes del Consejo de Censura cinematográfica son de posición derechista. Entre otros. Gloria Errázuriz, representante de los colegios particulares y miembro de la Juanta Ejecutivo del PN; una señora Llona, en representación de la Universidad Católica; la comentarista de cine María Romero, representante de la universidad de Chile y Eduardo Foxley, abogado, quien es presidente suplente en reemplazo de Roque Esteban Scarpa, el que se encuentra fuera de la capital.

Si es estos momentos se efectuase una votación para calificar la película de Helvio Soto, es indudable que esta sería rechazada por los componentes de la censura.

El film tiene partes de fuerte y directa denuncia antimperialista: y una descilas, la final, tal vez la más recia, fue objetada de manera abierta por una representante del Consejo, la que desvergonzadamente se acercó a Soto y le sugirió: “La película, en general, es tan recia, tan viril, tan hermosa, pero por eso mismo, ¿por qué la echa a perder usted con el llamado final, por qué no se los saca, ah?

“EL IMPERIALISMO CAUSÓ LA GUERRA DEL PACÍFICO”

2 “Mi película – sostiene el director – narra un episodio de la Guerra del Pacífico, con un afán desmitificador de lo que fue aquella confrontación bélica del siglo pasado. A través de esta película he tratado de ilustrar, desde la acción, y encarnado en cada uno de los personajes, lo que en verdad es el imperialismo sobre los pueblos dependientes. Desde aquella campaña de 1964, alrededor de Salvador Allende, venía repensando y pensando que tanto el capitalismo como el imperialismo eran abstracciones que sólo lograba, conceptualmente entender el hombre medianamente culto, particularmente de la pequeño burguesía ilustrada, y no así el proletario, el campesino para quienes no pasa de ser una idea en abstracto”.

“Me propuse entonces hacer una película donde pudiera verse la acción minadora del imperialismo, sobre hombres de carne y hueso, Así, por ahí surgió este “Caliche sangriento”.

Helvio Soto continúa: “El film demuestra que tanto Chile como el Perú y Bolivia fueron víctimas del imperialismo extranjero. La guerra la azuzaron banqueros y comerciantes ingleses que desde la distancia codiciaban con avidez las guaneras y salitreras de esta parte del mundo. El contenido ideológico de la película es defendido por un teniente que se confiesa – la acción sucede en el mes de marzo de 1880 – amigo de Aedón Cifuentes y José Manuel Balmaceda, diputados en aquel tiempo. Este teniente, en un diálogo tenso con su capitán, afirma que los enemigos reales no son ni los bolivianos ni los peruanos sino los banqueros y comerciantes extranjeros que han originado la guerra.

CARTÓN FINAL

La película se cierra con la muerte del teniente nacionalista, el que cae con una bandera chilena en su mano; la bandera, en una secuencia retenida, vuela majestuosa por el aire. En ese instante surge un cartón final en la pantalla que dice textualmente: “poco después el mecánico y comerciante inglés John Thomas North era dueño de todo el caliche. Para este negocio, Chile, Perú y Bolivia aportaron 25 mil muertos”.

Este cartón final fue el que produjo la ira de los integrantes del Consejo de Censura, los que se “dolieron” porque Soto “echó a perder una película tan recia y hermosa”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, por su lado, reiteró que “Caliche sangriento” es inobjetable desde el punto de vista de las relaciones con otros países.

Actúan en el film los actores Héctor Duvauchelle, Jaime Vadel, Jorge Yañez, Jorge guerra, Patricia Guzmán, Arnaldo Berrios y Jorge Lillo. Además se contó con la cooperación de todo el teatro de la Universidad de Chile de Antofagasta y del director Pedro de la Barra.