La madurez del cortometraje actual en Chile está quedando de manifiesto con los trabajos de Helvio Soto. Inquieto, bajo su apariencia quieta; dinámico, tras sus ojos tranquilos, Helvio dirige el Canal 9 de Televisión y hace también cine. «Yo Tenía un Camarada» tiene ahora un camarada. Es «El Analfabeto«. Y si todo ello pareciera algo deprimente, Helvio interviene para contarnos que se trata de un «chiste negro».
Miguel Littin pasa de tras la cámara al frente de ella. Y es ahora actor. Encarna al «Analfabeto» de Helvio Soto…, sin que ello quieta decir que ninguno de los dos lo sea. Cannes será el trampolín de prueba para este nuevo impulso cinematográfico chileno.
«EL ANALFABETO» VIAJA A CANNES
GRAN ACTIVIDAD impera en los sets chilenos. Se filma con un entusiasmo contagioso. Hasta el cortometraje actúa con una inquietud asombrosa. En sesenta días el equipo fílmico de la Universidad de Chile ha rodado tres películas en 35 milímetros. Ellas se llaman; «El Analfabeto«, que dirigió Helvio Soto; «Por esa tierra ajena vengo«, que dirigió Miguel Littin, y «El Pacto», bajo la dirección de Pedro Chaskel, con dibujos de Vittorio de Girolamo,
Estas películas están ya compaginadas y prácticamente terminadas.
«EL ANALFABETO»: CHISTE NEGRO
Febrero, en pleno desierto nortino, cerca de Copiapó. Era la escena y la época elegidas por Helvio Soto para su film «El Analfabeto«. El rodaje duró cinco días y se trata de un cortometraje en blanco y negro, en 35 milímetros. cuya proyección en la pantalla durará alrededor de los 17 minutos. Está basado en la historia de un guerrillero que es muerto por un individuo analfabeto que, en el fondo, es un bruto enloquecido que deambula por el desierto con una metralleta en sus manos.
El argumento está basado en un chiste negro de carácter político. La película, que carece de diálogos, narra la odisea de un oficial que viaja en su «jeep», actuando en favor de la guerrilla «América Libre» que lucha por un país sin hambrientos y sin analfabetos.
Pero es detenido por el analfabeto, quien lo amenaza con el arma que tiene en sus manos enfebrecidas. Desde lejos se da cuenta de que éste lo tiene encañonado y que le observa a través de la mirilla del fusil. Entonces, rápidamente, escribe en un letrero: “¡No dispare! ¡Somos amigos!»
Pero todo es en vano, ya que el otro no sabe leer y termina por cumplir su cometido, matando al oficial.
A CANNES
El papel del analfabeto está a cargo del actor Miguel Littin, y el del oficial, de Jorge Guerra. Aparecen también otros dos guerrilleros, interpretados por Carlos Flores y Francisco Soto, que tienen partes importantes en el desarrollo de la cinta.
Este film será exhibido primeramente en el Festival de Cannes este mes de abril, para lo cual fue inscrito previamente, con su ficha técnica, correspondiente, tal como lo exige el reglamento de ese Festival. Será, de esta manera, el único film chileno que representará al país en esa importante justa cinematográfica.
UN LARGOMETRAJE
-¿Ha pensado en una película de largo metraje? -Sí… Justamente estamos trabajando con Pedro Chaskel en el guión de una cinta de corte vanguardista cuyo argumento está basado en las impresiones que experimenta un condenado a muerte en los diez segundos que preceden a su final —nos cuenta Helvlo—. Será filmado en los Estudios de Chile Films, para lo cual ya estamos en conversaclones con Patricio Kaulen.
—¿Qué piensa del cortometraje en su relación directa con el público?
—Que es necesario hallarle mejores vías de difusión. No es justo que un film cortometraje pase inadvertido. Muchas veces puede tener más categoría y un mayor alcance espiritual que uno de largo metraje.
«En tal sentido y en plan de mayor divulgación, existe el propósito, junto con el exhibidor Roberto Yazigi, de presentar en uno de los cines de su circuito un programa completo con tres películas de corto metraje. Ellas serían: «Valparaíso«, de Yoris Ivens; «Yo tenía un Camarada«, el film que dirigí yo y que logró un premio en el Festival de Cannes de 1964, y este último, «El Analfabeto«, del cual ya les he hablado.
