EL 29 de enero de 1920. José Bohr estrenó su segunda película en Punta Arenas. Se titulaba “Mi Noche Alegre” y los papeles principales estuvieron a cargo de Teresa Castle y Juan Bernacchia. Se le agregó un subtitulo: “Los Parafinas”. La parte técnica nuevamente fue realizada por Antonio Radonich. Entre los numerosos documentales que produjo la «Magallanes Films», hay uno que debe mencionarse por su importancia, pues era de largo metraje y se refería al Cuarto Centenario del Descubrimiento del Estrecho de Magallanes, ocurrido el 21 de octubre de 1520. Se estrenó en Punta Arenas, el 18 de diciembre de 1920, bajo el titulo de «El Desarrollo de un Pueblo«. Con esta obra el sonriente muchacho que diez años más tarde interpretarla en Hollywood «Luponinl, el Terror de Chicago» y «Sombras de Gloria», entre otras, agregaba un nuevo galardón a su titulo de precursor del cine chileno.
APARECE UNA MARY PICKFORD CRIOLLA
Continuando con la nómina de películas mudas filmadas en Chiles después de «Mi Noche Alegre» vino el estreno de «Manuel Rodríguez«, film en el cual hizo su aparición Isaura Gutiérrez, quien, a pesar de haber interpretado sólo tres películas, logró interesar a los galanes de esta tierra en una época en que Perla White y Mary Pickford. la inolvidable Novia de América, arrancaban suspiros a los varones de los cinco continentes.
Las películas que interpretó posteriormente esta joven actriz del teatro chileno, retirada ahora de las actividades artísticas y radicada desde hace varios años en Argentina, son: «Un grito en el Mar» e «Ideal y Carne«.
«Manuel Rodríguez» fue la última película que dirigiera en Chile Arturo Mario y también en ella actuó su esposa, María Padín. Veamos el resto del reparto: Pedro Sienna, Nicanor de la Sotta, Aurora Salas, Isidora Reyé, Clara Pérez, Arturo Mario y Juan Pérez Berrocal, que hacía también su debut cinematográfico, interpretando al bandido Neira. Estrenado en Valparaíso el 18 de mayo de 1920, este film estaba basado en la obra de Alberto Blest Gana «Durante la Reconquista», en la cual el guerrillero sólo aparece en forma episódica, pero debido a que durante el rodaje la personalidad del héroe tomó cuerpo y se apoderó del tema, el director resolvió estrenarla con su nombre. Tras la cámara en esta ocasión se instaló Nicolás Aguilar. Fue su único film.
Cuenta Rafael Frontaura que de tal manera se identificó Sienna con Manuel Rodríguez, al encarnarlo en dos películas, que en una ocasión en que lo trató de detener la policía por obstaculizar el tránsito durante la filmación de una escena de exterior, en Aillavilú con Bandera, cerca de la Estación Mapocho, éste trató de conquistarse el apoyo del público, subiéndose a una victoria y arengándolo: «me impiden hacer cine chileno. La policía no me conoce, díganle ustedes quién soy».
Se oyó un solo grito: «¡Manuel Rodríguez, el húsar de la muerte!» «¡Pero de todas maneras nos llevaron presos!», finaliza Frontaura.