No hay otro intérprete en el cine chileno que haya intervenido, como él, en una cantidad tan grande de películas, desde 1957, año de su primer film, hasta nuestros días, en que su participación en el cine mantiene su plena vigencia. Sus orígenes como actor, sin embargo, están en el teatro, actividad que comenzó oficialmente (antes había actuado en funciones escolares) en 1951, y desde entonces ha actuado en alrededor de 90 piezas teatrales. Cuenta que su vocación se definió tras asistir a una exhibición de La muerte de un vendedor, de Arthur Miller. Estudió Expresión Corporal y Pantomima con Alejandro Jodorowsky y actuación con Enrique Gajardo y Pedro de la Barra, entre otros. En sus más de sesenta años de trayectoria teatral, su actividad ha estado ligada a los teatros de las Universidades de Chile, de Concepción, Técnica del Estado y Católica, así como a las compañías de Los Cuatro, El Cabildo, Ictus y otras. Desde 1964 trabaja normalmente en televisión, donde ha hecho teleteatros, telefilms, pero sobre todo, teleseries. De la veintena de estas últimas, se recuerdan en particular sus actuaciones en Estúpido cupido, Champaña, La fiera, Romané, Pampa ilusión, El circo de las Montini, algunas de las cuales le han valido importantes distinciones. Ha participado en más de treinta películas, bajo la dirección de los más importantes realizadores nacionales: Raúl Ruiz, Miguel Littin, Silvio Caiozzi, Gonzalo Justiniano, Helvio Soto. Especial relieve tienen, entre otras, sus interpretaciones en films como Tres tristes tigres, El chacal de Nahueltoro, Caluga o menta, Johnny cien pesos, Los náufragos, Tierra del fuego. Paralelamente con sus labores en los escenarios y en la pantalla, Alarcón ha desarrollado una importante actividad gremial. En 1964 fue presidente del Círculo de Actores; en 1967 fue uno de los fundadores de SIDARTE (Sindicato de Actores de Radio y Televisión), organismo que presidió entre 1973 y 1980, cumpliendo un meritorio papel aglutinador de las iniciativas del mundo de la gente de teatro contra la dictadura de Pinochet. Entre los premios y distinciones recibidos se destacan el Premio “Reconocimiento a los oficios del cine”, otorgado por el Séptimo Festival de Cine de Viña del Mar (1994), el Premio “A la trayectoria”, de APES (Asociación de Periodistas del Espectáculo) (2000), el premio “Relevante Contribución al Cine Nacional” acordado por el Ministerio de Educación (2001), el premio del Senado de la República (2007) y el premio Pedro de la Barra de la Universidad de Chile (2010).

(Por Carlos Orellana R., extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)