FAMOSO por sus clásicos universitarios, gordo, barbudo antes de Fidel, asesor publicitario y compadre del Presidente Frei, pionera del Teatro de Ensayo, Germán Becker Ureta (41 años, casado, 3 hijos) oficializó antenoche otra calidad: director de cine.
“Ayúdeme usted, compadre”, película chilena en colores producida por Procine, será otro ingrediente polémico en la personalidad de Becker: sus amigos aplaudirán su primera incursión cinematográfica y sus enemigos dirán que La Moneda financia la experiencia.
-Procine es una empresa particular, una sociedad de responsabilidad limitada, dispuesta a entrar en la pelea por el cine nacional. Mi película es su bautizo público.
Germán Becker está “chocho” con su debut en la pantalla grande.
-Estaba alejado de estas lides desde 1963, cuando monté el clásico de la ballenita. Todavía se canta el tema : “Yo quiero adelgazar”.
En su hermosa casa de tres patios y techo de paja, en el alejado e idílico Camino del Alba, Becker ya dio vuelta la página y trabaja en su segunda película “Los de aquí”.
-Será una incursión musical por América latina, Mostraremos sus canciones y las filmaremos en cada país, en su propia salsa.
“Ayúdeme usted, compadre” nació por iniciativa de Ernesto Merino y partió el año pasado en el Canal de la UCE. Se trataba de montar un programa distinto, que realzara los valores positivos del carácter nacional. Germán Becker se entusiasmó y aportó libretos, dirección y título. Canal 13 colaboró activamente, se recurrió a Los Perlas como elemento musical de enlace y el programa encontró el camino pavimentado, muchos lo consideraron el mejor espacio de la TV chilena. (ERCILLA N.° 1.697.)
En cine se mantuvieron las bases del éxito: Los Perlas son dos rotitos pat’e perro que en diversos momentos enlazan los numerosos temas musicales interpretados por Pedro Messone, Fresia Soto, Gloria Simonetti, Los Ramblers, los Quincheros, Silvia Infantas y veinte conjuntos más. A juicio de Becker, el papel de Los Perlas es fundamental:
-Equivalen al coro griego: comentan, enlazan, clarifican las situaciones, se colocan en el ángulo del espectador.
Opiniones.- Germán Becker espera hacer verano en el cine y tiene sus propias ideas sobre su auge (“Ayúdeme usted, compadre” es el cuarto estreno chileno del año).
-¿Cómo definiría su película?
-Es un documental de emociones, sensaciones y recuerdos. En el aspecto literario es más que una revista musical y menos que una comedia musical. Yo diría que es la mejor fotografía de Chile en su mejor momento.
-¿Cuáles son sus objetivos básicos?
-El objetivo de toda obra artística es el deseo del autor de verla realizada en el tiempo y en el espacio. Mi película es un divertimento, pero tiene algunos altares mayores: mostrar las actitudes, posturas y canciones del pueblo chileno. Destacar nuestra música y buscar lo que nos une, lo que tenemos en común.
-¿Qué dificultades se le presentaron durante la filmación?
-Romper una frase que esteriliza muchos proyectos. “Esto nunca se había hecho así”. Pero encontré colaboración en todos los sectores. En Chillán necesitaba extras para filmar un matrimonio y los primeros en ofrecer fueron los huelguistas del Magisterio y de Correos. Técnicamente no tuve problemas, gracias a mi experiencia teatral.
-¿Por qué la idea saltó de la TV al cine?
-Fue algo natural: la pantalla me quedaba chica y necesitábamos color. Imagínese un chamanto doñihuano en blanco y negro.
-¿A qué atribuye el resurgimiento del cine chileno?
-Esto es como las anchovetas. El factor financiero es muy importante y los incentivos legales son un aliciente para el productor.
-¿Cuál es el camino a seguir en el futuro?
-Uno solo hacer películas. Prefiero setenta películas malas al año a una sola buena. Hay que crear una industria cinematográfica, formar equipos de producción y esperar con paciencia los dividendos. Hace veinte años sucedió lo mismo en teatro y la inercia se rompió montando obras chilenas.