En 17 minutos, «Emelco» captó toda la emoción provocada por la muerte de la gran poetisa chilena. El documental comienza en Nueva York, cuando el cadáver fue velado en la catedral de San Patricio, donde el Cardenal Spellman ofició una misa de Réquiem. Luego aparece el traslado del féretro a Chile, y -posteriormente- se muestra el homenaje del pueblo y las autoridades chilenas en la Capilla Fúnebre erigida en la Universidad de Chile; y, finalmente, el solemne entierro.
La fotografía es homogénea y muy informativa. Pero, además -y aquí radica el mayor mérito del corto- se incorporaron otras escenas, filmadas especialmente, para ilustrar algunos trozos poéticos de Gabriela, leídos por la actriz María Maluenda. Es en estas imágenes donde se advierte el espíritu creativo del director y de los camarógrafos, su sincera emoción y su buen gusto. Muy buena la compaginación.
«Adiós a Gabriela Mistral«, que se exhibió en los cines un día y medio después de ser enterrada la poetisa, constituye un gran triunfo para sus realizadores.
M.N.