En una escena de “Juro no volver a amar” utilizó como decorado el dormitorio que una mueblería exhibía en sus vitrinas.
La película Nº 39 rodada en el país en la época muda se tituló “Juro no volver a amar”, y su creador fue Jorge Délano (Coke), que ya en esa época, en 1924, era muy popular esa película, un nuevo título, el de cinematografía, podría agregar a su agitada vida, de cuyos pormenores algo nos ha contado en sus libros “Yo soy Tú” y “Botica de Turnio”.
Pero las inquietudes filmicas de Coke se remontan a diez años antes, cuando en 1914 logra convencer al ciudadano francés Fedier Vallade para que realice su argumento “El boleto de Lotería”, en el cual él sería el protagonista. La película se empieza a filmar en la segunda cuadra de la calle San Isidro. Coke alterna sus tareas escolares con sus actuaciones en el Cerro Santa Lucía, en el cual, según las exigencia de la obra se debía suicidar, lanzándose barranco abajo. Todo marchaba sin contratiempo cuando la desgracia se hace presente en la naciente empresa. Abatido por el dolor que le produce la muerte de un hijo en el frente, Vallade enloquece, siendo necesario su internación en la Casa de Orates. Ese es el fin del primer intento cinematográfico de Coke. En 1917 desempeña un papel secundario en “El hombre de acero”, para reaparecer en 1924, como verdadero profesional, con la realización de “Juro no volver a amar”, de la cual fue productor, director, argumentistas y maquillador.
UNA FILMADORA MADE IN CHILE
Al embarcarse en la realización de esta obra, Coke, muy optimista, confiando en el ingenio del técnico chileno, le encomendó al electricista Luis Pizarro la fabricación de una cámara filmadora. Pizarro, que era un entusiasta de la mecánica, puso manos a la obra con excelentes resultados, desempeñándose él mismo como camarógrafo, actividad en la que tenia una pequeña experiencia, ya que se había desempeñado como ayudante de Gustavo Bussenius en la película “El galán duende”, filmada en 1922. Su trabajo fue bastante satisfactorio, teniendo oportunidad después tomar bajo su dirección la fotografía de dos películas más. Pizarro fue hasta hace poco propietario de un teatro en Buin.
La filmación de “Juro no volver a amar” estuvo rodeada de pintorescas incidencias, debido a los primitivos medios de que se disponía. En una ocasión, por ejemplo, se produjo un tumulto en pleno centro y fue necesaria la intervención de la policía para disolverlo. Ocurría que como no tenía dinero para los decorados. Coke había utilizado, para una elegante escena íntima, el dormitorio que una mueblería exhibía en sus vitrinas. En su interior, el protagonista, el ahora general en retiro Ramón Cañas Montalva, mantenía, en paños menores, un apasionado idilio con la dama joven, mientras a través del vidrio, desde la calle, el camarógrafo enfocaba la escena. Ese era el motivo de la aglomeración.
La película fue estrenada con gran éxito en los teatros Septiembre, Brasil y O’Higgins el 31 de marzo de 1925, costando la platea tres pasos treinta centavos. El reparto, aparte del general Cañas Montalva, estaba integrado por Stella Maris, que al año siguiente protagonizó la película “Perdón, viejita”, en Argentina: Guillermo Yánquez, Jaime Navarro el escritor Fernando Santiván, la señora Eliana de Santiván y los hijos de Coke. Jorge y Adriana, que eran unos niños de pocos años. Hasta aquí los datos del primer trabajo cinematográfico de envergadura que realiza Jorge Délano. El sello se llamaba “Coke Films”, y en una de las escenas culminantes era posible apreciar un espectacular accidente, cuando el expreso de Valparaíso arrollaba a un automóvil.