Y si usted quiere ver cine chileno este 18, puede ir a «Más allá de Pilpilco». La dirigió Tito Davison y tiene como principal protagonista al humorista nacional Manolo González.
Hay de todo en esta película chilena, desde cuecas hasta riñas a duelo y chicas en bikini. Las cuecas están a cargo nada menos que del dúo Rey-Silva acompañados por la simpática morena Katty Dupré.
«Más allá de Pipilco» es una película que basa su encanto en los percances, habladurías, disputas y situaciones pintorescas que acontecen en los pueblos chicos.
En Huevinco, la aldea donde se supone sucede la acción, todos sus pobladores están pendientes de unas bulladas elecciones municipales suplementarias. Se ha muerto el Alcalde y es necesario elegirle un sucesor. Y en torno a este hecho se desarrolla todo el film.
Tito Davison quiso hacer aquí —según parece— más que todo una «historia» cinematográfica. Manolo González, su principal protagonista, no está solo, sino rodeado de muchas figuras que son arte y parte de la trama y que contribuyen a que el total adquiera el ritmo de comedia que quiso darle su director.
SU PROTAGONISTA N.° 1
Muchos espectadores quisieran ver tal vez a un Manolo González más chistoso, más chispeante. Verán, en cambio a un personaje más humano, más en actor, que enfrenta un tipo de pueblo, bonachón, servicial, generoso y querido por todos. Es el peluquero de Huevinco. Y este peluquero es justamente quien, aquí, «le toma el pelo» a todo el mundo. Hasta al público mismo, que esperaba seguramente ver al Manolo que explota en el escenario la sátira político-social con su soltura característica.
Pero Tito Davison lo amarró a un guión y a un parlamento un tanto rígidos y forzados. Y el pobre Manolo no pudo arrancarse, «soltarse», en una palabra.
Por eso se le ve un poco cohibido. Inseguro, maniatado. Y no es por su culpa, desde luego, ya que su personaje está marcado así. El resultado no puede ser tan negativo para el actor, como él piensa, ya que se verá a un nuevo Manolo, con diversas gamas y matices, frente a una actuación en alto porcentaje cinematográfica.
LOS OTROS ACTORES
La mejor actuación la cumple la actriz de carácter Elena Moreno (la candidata María de la Luz), que se muestra con una fuerza y un temple admirables. Es la más natural entre todos y la más convincente. Salva su parte con un oficio digno de aplauso.
También destacan: Salvador Cicero, como el cura castrense, ponderado y divertido; y Gaby Cousin y Eliana Vidal que ponen la parte sentimental y femenina.
Justo Ugarte (el candidato Horacio Cuevas) nos convenció más en el «Burócrata González», pese a que, aquí, su papel es más ingrato y su actuación cae, a veces, en el pésimo gusto. Gabriel Araya se ve un tanto falseado; Violeta Vidaurre cumple su papel en forma digna; a Chito Morales pudo sacársele mayor «partido»…, especialmente en el «partido» de fútbol. Justamente donde había mayor comicidad.
LO BUENO DEL FILM
«Más allá de Pipilco» no es una película para reír a carcajadas. Es una comedia de «situaciones». Y hay varias, pintorescas unas, jocosas y grotescas otras. Como las escenas en el Salón de Peluquería, donde Manolo afeita a Ceferino, curadito del pueblo (José Miguel de la Jara), con quien conversa, en circunstancias que aquél, debido a su permanente embriaguez, todo lo habla entrabado. Los accidentes que sufren los parroquianos en el sillón del peluquero, a causa de su respaldo falso que los hace irse de espaldas.
También resultan de cierto humor otras escenas, como aquella del duelo a espadas; el encuentro entre los bandos políticos enemigos; y el gol que mete el cojo con su muleta, que a muchos les chocará por lo que tiene de extravagante.
La parte técnica del film está muy bien lograda. Especialmente la fotografía de Andrés Martorell y el sonido que nos parecieron de gran categoría.
En suma: un buen regalo para los próximos días de fiestas patrias.
