Luis Bernal, el famoso “Ñato Bernal”, que tantas hazañas cinematográficas ha cumplido en la historia de nuestra industria fílmica, acaba de realizar un documental muy interesante sobre el problema de la viruela en nuestro país. Para tal objeto se trasladó al Hospital de Talca, foco de la epidemia, y allí captó diferentes escenas que muestran con toda crudeza la verdadera situación de los enfermos que sufren las consecuencias de este mal. Su trabajo fue arriesgado en extremo, máxime cuando el mismo corría el peligro de contagiarse con los gérmenes de la enfermedad o de ser, simplemente, transportador de ellos, lo que no dejaba de resultar comprometedor. De tal manera, que agotó las precauciones para evitar consecuencias. Así fue como tuvo que cubrir con telas y gasas el trípode de la máquina, la cámara misma, y hasta los cables eléctricos que la hacían funcionar.

En el grabado que ilustra esta crónica podemos ver claramente el proceso aséptico que siguió Bernal, para aislar sus instrumentos.