Arte Nacional “Uno de abajo” (Colaboración)
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Arte Nacional

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“UNO DE ABAJO”

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(Colaboración)

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Todo un acontecimiento artístico ha constituido el estreno de la primera producción de la nueva manufactura nacional “Minerva Film”, titulada “Uno de abajo”.

Acudimos llenos de fe y confianza a presenciar la nueva cinta chilena, el día que se exhibió en privado, ante un núcleo de periodistas, “croniqueurs”, artistas y empresarios.

Los esfuerzos, los obstáculos con que ha tenido que tropezar esta nueva empresa, la falta de elementos necesarios para hacer un “film”, en una palabra, todo, unido al puro y grande entusiasmo, han hecho de “Uno de abajo” una de las mejores producciones elaboradas en el país.

El argumento, muy humano y muy real, se debe a la pluma de don Armando Rojas Castro, entusiasta escritor, quien, a la vez, ha hecho de director técnico y artístico.

Con debida anticipación se nos anunció por medio de los rotativos de esta ciudad que ninguno de los muchachos que interpretan esta cinta son conocedores del ramo cinematográfico y que jamás han visitado un laboratorio o “studio”. Es, por lo tanto, doble el triunfo de la cinta que nos ocupa, tiene ella mucho más valor, puesto que este grupo de jóvenes entusiastas y amantes del arte de la pantalla, han trabajado con devoción, han puesto en su trabajo todas sus energías, todas sus fuerzas para salir airosos de su empresa. Y han triunfado plenamente, director e intérpretes.

Si se nos permite hacer una observación, y es que “Uno de abajo” (como en todas las cintas que hemos visto) tiene algunos pequeños defectos. Podríamos señalar, por ejemplo, la prolongación de algunas escenas; las que se desarrollan en el comedor de la familia García, y la pelea que sostiene Octavio y Goyo Correa.

Entre los muchos méritos que tiene, han gustado bastante las escenas que tiene lugar en el boliche de “El roto chileno”. Sin de un colorido y pintura admirables. Además, está tomada con mucha naturalidad.

El joven protagonista Octavio García, está a cargo del señor Edmundo Donar, quien ha hecho de su rol un trabajo cuidadoso y delicado. ¿Defectos? Si los tiene. El más grande actor también los posee. Podemos citar, por ejemplo, el de apoyar demasiado y con mucha frecuencia el rostro sobre las manos. Claro que éste casi no es un grave defecto pero cuando en el caso como el presente se repite la misma acción muy a menudo, lo nota visiblemente el espectador. Pero estamos seguros que el joven Donar tiene dotes para la cinematografía, y con estudio y perseverancia, harán de él un buen actor.

La señorita Nena Serrano, joven “estrella” en el ingenuo papel que le tocó desempeñar, se manifestó una bella esperanza para la pantalla.

Carmen Ferrer dio relieve al panel de madre.

Tulio Amaro, en el rol de Pedro García, el padre degenerado por el alcohol, ha sido una hermosa revelación. Tiene una buena figura y sincero aplauso.

“Uno de abajo” es uno de los mejores exponentes de nuestra incipiente industria cinematográfica. Vayan a todos ellos, y en especial al señor Rojas Castro, nuestras felicitaciones, y que ojalá no sea sólo esta cinta la que nos ofrezca. Que sigan, que sigan trabajando con el mismo entusiasmo y ardor, con la misma profunda fe que así podremos exclamar algún día: ¡En nuestro país se hacen películas . . .  y buenas!

FRANCISCO GALANO.

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 Nota: El texto ha sido transcrito respetando la ortografía que presenta el artículo original.