Dicen que en la calle Maruri, en una esquina, a Jorge lo empujaron tres hombres a un auto. Iba con su amigo Darío... de ahí no se le vio nunca más... 30 de julio de 1976 fue eso. Una noche, como a las tres de la mañana, Patricio se encontró frente a su piano, un vasito de vino y un poquito de pena... quiso tocar algo, cualquier cosa, no sabía para qué, pero tenía ganas... Jorge estaba siendo seguido por la DINA, un cura le ofreció ayuda, pero no la aceptó, porque era sólo para él.