Nuestros lectores habrán tenido noticias del curioso chasco sucedido a Nicanor de la Sotta, Nemesio Martínez y otros actores de «La avenida de las acacias» en el camino a Quillota.
En este pueblo debía tomarse la escena del asalto al coche. Para mejor prepararse, los intérpretes decidieron hacer un ensayo por el camino. Para ello, los «bandidos» se escondieron en un matorral y al pasar el coche se lanzaron ferozmente contra sus pasajeros.
A los gritos salió un vecino de un fundo, el cual, con valentía digna de mejor causa, se lanzó revolver en mano a repeler a los asaltantes. Trabajo les costó a los actores evitar que el defensor disparara sobre los seudos bandidos, pues el estaba convencido, por una vista cómica que había conocido hace mucho tiempo, que eso de hacerse los biograferos era pura farsa de ladrones engañar a los lesos…
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Nota: El texto ha sido transcrito respetando la ortografía que presenta el artículo original