Sí, señor… , y son de cobre las espuelitas del hombre… Como campana de palo suenan ante los jueces malos las razones de los pobres.
Estos cinco versos, sencillos, humanos, dieron rienda a un film de esfuerzo y químicamente chileno rodado a orillas del Bío-Bío. Más de alguna información, aunque esporádica, dio VEA para informar de los afanes de ese cine potencial, acaso reivindicatorio que crió alas en Concepción. Adolfo Berchensko, fundador y director de la Academia de Bellas Artes de la capital penquista, animó la empresa que allí inició hará cosa de unos dos años uno de los pioneros del cine nacional: Alberto Santana. Ambos nos acaban de visitar para explicarnos las perspectivas de la nueva industria. Y por ellos sabemos hoy de las perspectivas de una empresa, verdaderamente heroica en su cometido y en sus fines, pero la cual puede fructificar en lo que habremos de llamar el redescubrimiento del cine chileno.
“BAJO LA CRUZ DEL SUR”
“Austral Films” es el título de la nueva empresa; “Bajo la Cruz del Sur” se llama su primera película.
Si el cine chileno –se dijeron Berchensko y Santana– no ha querido ver o recoger los veneros de la nacionalidad, Concepción y sus hombres lo intentarán . . .
Plantearon públicamente estos propósitos y emitieron 500 acciones de 300 pesos cada una para financiar los preliminares de la empresa. Todos respondieron: los industriales, los comerciantes, los empleados y los obreros. Hasta gente de actividad ajena a los afanes del cine, pero que siente como cosa propia los triunfos de la tierra nativa: las venteras del mercado penquista juntaron sus pesos y compraron acciones para que se hiciesen películas químicamente chilenas. La Universidad y la Lotería de Concepción, claros exponentes de una obra magnífica, encabezaron la lista de accionistas. Nadie, en general, se negó. Y se dio el caso ejemplar y edificante de firmas madereras que dijeron: “Lleven lo que necesiten para construir eso que ustedes llaman los set… ¡NO CUESTA NADA! Devuelvan la madera después que la usen…”
LOS ARTISTAS
Actores y actrices de la radio, el Teatro Experimental de la Universidad de Concepción, y el Teatro del Pueblo animan las escenas de “Bajo la Cruz del Sur”, film que ahora revelan y compaginan los Laboratorios Taulos, de Santiago. El asunto comprende un 96 por ciento de exteriores o enfoques al aire libre. Hila un tema social de la tierra, con temas de paisajes y motivos marinos. Y se destaan, en la secuencia, figuras promisorias como Ernesto Loubies, Amparo Azócar, Luis Vásquez, Maria Venturín y Héctor Valén.
COMPRENSION PARA EL ESFUERZO
Esto es lo que esperan del público los motores o dínamos de este cine penquista, que tuvo sus repuntes en la era muda, y que ahora aporta bríos renovadores a la nueva jornada.
Si el triunfo, que es arisco, pero que llega cuando hay constancia y empeño, corona los esfuerzos de “Austral Films”, los penquistas montarán su Hollywood a orillas de la Laguna de San Pedro. Allí les ha ofrecido un terreno a esta falange de idealistas del séptimo arte nacional la Municipalidad de Coronel.