El esfuerzo es el único mérito de los dibujos de Escudero
EL JUEVES de la semana pasada se exhibió en la sala Cervantes la primera película chilena de dibujos animados, realizados por un grupo de dibujantes bajo la dirección de Jaime Escudero y Carlos Trupp.

No cabe en esta ocasión una crítica concienzuda sobre el trabajo de estos entusiastas muchachos que, durante tres años han venido realizando, a costa de grandes sacrificios, esta película que solo demuestra un gran esfuerzo y nada más. Los dibujos carecen de solidez y armonía en sus movimientos. El argumento con que quisieron encauzar el desarrollo del film es grotesco, destacándose sólo la actuación del conjunto de Los Quincheros y del actor Edmundo Barbero.

El trabajo de Escudero y Trupp merece un aplauso porque demuestra las posibilidades que existen en Chile de hacer dibujos animados, pero para eso falta todavía mucho tiempo. Creemos que la película debe guardarse como un recuerdo de este esfuerzo gigantesco, porque ante el público será tal vez un fracaso ruidoso.

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Nota: El texto ha sido transcrito respetando la ortografía que presenta el artículo original.