Realización: Fernando Balmaceda y Armando Parot; producción Cinep. Fondos musicales en guitarra: Alberto Rey; relator: Petronio Romo.
Asistimos a la «première» de este nuevo documental chileno, de veiticinco minutos de duración. Relata las actividades relativas a la explotación del petróleo chileno, en Magallanes, y también su refinación en la moderna planta de Concón.
Realizado en estilo serio, netamente informativo y documental, sin preciosismos de cámaras, este corto chileno cumple satisfactoriamente con su intención de dar a conocer toda clase de detalles sobre el valioso «oro negro» chileno. Vemos desfilar los fríos y áridos paisajes de Tierra del Fuego, levantarse las torres petroleras, bajar las perforadoras que sondean las entrañas de la tierra en busca del líquido; luego las instalaciones que almancenan y controlan el petróleo; los enormes oleoductos -incluso los submarinos-, que lo trasladan a los barcos; y, finalmente, la imponente y moderna refinería de Concón. El documental deja satisfecho al espectador: gracias a él aprende interesantes detalles de una joven riqueza chilena, y se siente, además, estimulado a apreciar un enorme esfuerzo industrial. La fotografía es clara. Los fondos musicales, con la guitarra de Rey, resultan apropiados y bellos; y la voz de Romo, seria y expresiva.