FLOR DEL CARMEN.-En los Teatros Santa Lucía, Continental y Cervantes.- Intérpretes: Blanca de Valdivia, Carlos Mondaca, Elena Puelma, Jorge Quevedo, Romillo Romo, Cora Díaz y Los Cuatro Huasos.
José Bohr da un paso considerable desde su último film “El relegado de Pichintún”. También lo da el cine nacional. Bohr es hombre sorpresas y de contrastes. Después de realizar un film extático, fotografiado entre cuatro paredes, se ha ido ahora al campo abuerto, y ha explotado, por vez primera en nuestra cinematografía, lo mejor de nuestra tierra: su campo y sus paisajes. No fue necesario construir “sets” artificiales para rodar “Flor del Carmen”. El fundo Carmen Bajo le ha servido de incomparable escenario natural.
Argumento.-Amanda Labarca escribió el argumento y diálogo de “Flor del Carmen”. La trama es simple: un viejo capataz de fundo se ha llenado de hijos y de deudas. Lo segundo para mantener a los muchachos que se supone estudian en la capital. En este gesto de querer educar se revela una aspiraciòn que comienza a sentirse en nuestros huasos, y que no había sido recalcada aún. Junto al capataz ha quedado su hija, Flor del Carmen. Como la muchacha bonita y el padre está endeudado con un prestamista que siente codicia por la muchacha, es fácil suponer el conflicto. Pero surge el galán joven y enamorado. Y así tenemos el triángulo sentimental infalible de las historias de amor: la muchacha, el galán y el villano. Y, la oposición al romance juvenil. El problema lo resulve la naturaleza, desatando uno de esos fenómenos típicos de esta tierra: el desborde de un río. El incidente está tomado de la vida real y fue el nudo del cual partió Amanda Labarca para realizar su argumento. Este es el momento espectacular del film. Su pretexto y su finalidad.
La técnica.-Técnicamente, “Flor del Carmen” significa un progreso sobre los films nacionales anteriores. La fotografía espléndida. El sonido, bueno. La continuidad, homogénea y fluida. El desborde del río, cuyo cauce es desviado con una carreta y yunta de bueyes era la prieba de fuego para José Bohr como director. Y la ha salvado magníficamente. Esta escena es uno de los mejores momentos de nuestra cinematografía.
Interpretación.-Sin que ninguno de los intérpretes resulte una revelación sensacional, cada cual cumple acertadamente con su rol. Casi todos ellos han actuado en otras películas o son artistas fogueados de nuestro teatro, como Elena Puelma, Romilio Romo y Jorge Quevedo. La incógnita eran los dos protagonistas centrales: Kika y Carlos Mondaca. Ella realiza una labor discreta. En cuanto a Carlos Mondaca, corresponde a las espectativas fundadas en él. Reúne todos los requisitos que se necesitaban para este rol: es un buen jinete, apuesto, y uno de los mejores intérpretes de nuestras canciones.
Reparos.-Sólo mencionarmos ciertos descuidos de detalle, Kita aparece, por ejemplo, en un misma escena con melena, y luego con trenzas, sin que haya transcurrido el tiempo suficiente para justificar esta transformación de su cabellera. Otro detalle: la intervención del carabinero en la escena de la pelea, demasiado “arreglada”. Es, además, un carabinero demasiado cosmopolita, con su bastón para dirigir el tránsito, en vez de la carabina de rigor en el campo.
Resumen: En general, sin embargo, “Flor del Carmen” es un acierto de nuestra cinematografía. El diálogo es natural, fluido.
Las canciones compuestas especialmente por Donato Román Heitman, muy en ambiente. Pronto disfrutarán de una merecida popularidas. “Patria Films” y nuestra cinematografía van, en suma, por buen camino.