En la huella del cine chileno: Un film «prehistórico» sobre Manuel Rodríguez. Lo realizó un profesor de declamación en 1910
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Según lo que se cree, habitualmente la vida del guerrillero Manuel Rodríguez sirvió de tema para la filmación de dos películas, en la época muda: las que hizo Pedro Sienna con los títulos de «Manuel Rodríguez» y «El Húsar de la Muerte«, en 1920 y 1925, respectivamente. Pero hubo otro film, ignorado hasta hace muy poco.

En un folleto sobre la materia, publicado por el cineasta Alberto Santana, se informa que, en 1914, el profesor Adolfo Urzúa Rozas llevó a la pantalla las hazañas del héroe de la Independencia. Aparte de ese escueto dato, nada más se sabía sobre el hecho. Pero hurgando en desconocidos archivos, nos encontramos con que en 1910, fecha en que el cine, como arte y como industria se encontraba en pañales, una empresa distribuidora de «vistas», con oficinas en Santiago, denominada «Compañía Cinematográfica del Pacífico», encomendó al profesor de declamación mencionado la realización de una obra cinematográfica de interés histórico.

ESTRENO SIN REPERCUSIÓN

En una crónica publicada por el escritor Antonio Acevedo Hernández en la edición 1215 de la revista «Sucesos» del 7 de enero de 1926, se dan los nombres de los protagonistas de este antiguo film, todos alumnos del conservatorio en el cual desempeñaba su cátedra el director Urzúa Rozas. Ellos fueron: Nicanor de la Sotta, Francisco A. Ramírez, Filomena Flores y Carlos Prats. A los dos primeros los unió una gran amistad. Actuaron juntos en una sociedad artística que se desenvolvió con gran éxito y sólo terminó cuando la muerte se llevó a De la Sotta en plena gloria, en 1927.

Pero volviendo al film sobre Manuel Rodríguez, el estreno se realizó en el Teatro Unión Central, al cual se le llamó así para aprovechar las iniciales de la Universidad Católica, a la cual perteneció, el 10 de septiembre. El día anterior se había proyectado especialmente para la prensa; sin embargo, en aquellos días nada de interés se publicó sobre el caso, salvo algunos pequeños avisos tipo «económico» que anunciaron el día 11: «Ayer se estrenó la vista nacional «Manuel Rodríguez«, que consta de nueve cuadros. Tuvo mucho éxito». Nada más. No se habla ni del realizador ni de los intérpretes. En carta publicada en la revista «Cine Gaceta», en octubre de 1915, Urzúa Rozas declara que la empresa fumadora le pagó mil pesos mensuales por su trabajo. Por aquella misma fecha y en la misma publicación, al hablar de las posibilidades excelentes que se ofrecían en el país para explotar la industria del cine, catalogaba al alcalde de Santiago, el señor Bannen, como el principal enemigo del cine chileno. Ignoramos los motivos que justifiquen tal apreciación, pero posterior a esa fecha, en 1916, el señor Bannen adoptó una actitud de censura al prohibir la exhibición de una película chilena, por basarse ésta en un crimen reciente que todavía la justicia no había fallado. Pero esto es materia de otro artículo.

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FUIMOS PRECURSORES

Al destacar ahora este trabajo del profesor Urzúa Rozas, efectuado en una época en que recién en Estados Unidos los hermanos Warner juntan 500 dólares y se lanzan a la explotación de «La Vida de un Bombero Americano», y otros audaces captan escenas en las azoteas de los edificios de la Quinta Avenida de Nueva York, lo hacemos con cierta decepción, al comprobar que hoy vamos a la zaga en una actividad de la cual fuimos precursores en Sudamérica como se habrá comprobado.

El profesor de declamación, que figuró posteriormente en las películas «Pueblo Chico, Infierno Grande«, de De la Sotta, en 1925, y «Norte y Sur«, de Coke, en 1934, pasa a ser un chileno típico, al agregar a su nutrida hoja de servicio el título de cineasta. Nació en 1864. Peleó en la Guerra del Pacífico, se recibió de dentista en 1885, y murió, después de haber desempeñado fielmente el papel de hombre bueno y simpático, en 1937. Escribió varias obras de teatro, también.

Un precursor: el profesor Adolfo Urzúa Rozas, en una escena de «Norte y Sur«, la película que dirigiera Coke en 1933, primer film sonoro hecho en Sudamérica. Urzúa Rozas es el de la derecha. Junto a él, a la Izquierda, Poncho Merlet; al centro, Pato Kaulen.