«Igual que en Italia, en Chile brotan los actores».
- «Se podrían hacer más películas, si contáramos con mayor cooperación.»
- «Chile Films obstaculiza la marcha del cine nacional.»
- «Sé que me han calumniado. Yo prefiero callar.»
- «Este país es el paraíso del cine.»
—Todos los chilenos tienen grandes posibilidades para actuar frente a las cámaras, especialmente las mujeres —nos dice Bruno Gebel, director de «La Caleta Olvidada«, la ultima película que se filmó en Chile—. Hay algo en el carácter y en el espíritu de la gente de esta tierra, especialmente plástico y expresivo. El secreto está en descubrir estrictamente el papel que les corresponde interpretar. No digo que sean actores, porque probablemente no podrían interpretar personajes ajenos a su realidad… pero, enfrentados a un papel cotidiano, los chilenos tendrían el mismo éxito que alcanzaron los intérpretes improvisados del cine italiano. Más del noventa por ciento de los que intervienen en mi película eran personas ajenas a las actividades artísticas. Me impresionaron por su físico, su expresividad y porque estaban de acuerdo con los tipos de la obra. Lo único que hicieron frente a las cámaras fue seguir siendo ellos mismos. Tal es mi concepto del cine. No digo que sea la única forma de hacer películas, pero esa es MI manera de filmar. Por esta misma razón sé que me he hecho de muchísimos enemigos, especialmente entre los actores profesionales. También fueron mis enemigos algunos de mis propios colaboradores —sigue diciéndonos Bruno Gebel—. Yo considero que para hacer un film hay que convivir como una gran familia: técnicos y artistas, en perfecta armonía y unidad, porque se está creando una obra artística colectiva. Lamentablemente, tuve muchos dolores de cabeza, porque no siempre recibí la cooperación que necesitaba. A menudo debí preocuparme (aparte los complejos problemas de la dirección y la producción) de ir a buscar a alguno que se habla escapado a Viña del Mar, para divertirse un rato El cine es algo muy serlo…: en nuestro caso, muchos lo tomaron en broma, como si fuera una reunión social. A pesar de estos pequeños detalles, puedo asegurarles que se hizo lo posible por conseguir una película digna. No estoy en condiciones de indicar cuando se estrenará en Chile, porque ello dependerá de los acuerdos entre distribuidores y exhibidores. Es posible que sea presentada primero en el extranjero —afirma Bruno Gebel, el director italiano—. Estoy a punto de recibir la carta de ciudadanía chilena. Para entonces les prometo hablar clara y francamente, porque estimo que hay muchas cosas que corregir en la industria cinematográfica chilena. Hallamos dificultades en Chile Films, que nos imponían sus laboratorios, en circunstancias que en Argentina el trabajo es infinitamente más barato. En cambio, en la Corporación de Fomento encontramos amplia comprensión y ayuda.
“La Caleta Olvidada» se filmó en gran parte en las playas de Horcón y Quintero. Esta será la primera producción del sello «Arauco Films», que tiene la intención de seguir filmando en nuestro país. Hubo dos equipos técnicos: el primero, argentino, estuvo formado por Enrique Ritter (director de fotografía) y Pedro Marzialettl (cámara); y el otro, chileno, con Mario Ferrer, en la fotografía, y Jorge Escobar, como ayudante. La compaginación estuvo a cargo de Antonio Ripoll, y la música fue creada por Juan Orrego Salas.