EL RELEGADO DE PICHINTUN en los Teatros Santa Lucía y Continental.
No podemos menos que estar de acuerdo respecto de este film, co el juicio general de la crítica que lo ha estimado como un retroceso, y como una cinta inferior a “Pal Otro Lao” en que actuaron casi los mismo elementos de este “Relegado de Pinchintún” y que fue dirigida igualmente por José Bohr.

Lo primero que nos salta a la vista en “El Relegado de Pichintún” es que todo aquello es demasiado conocido. Nos hemos familiarizado tanto con los personajes y la trama de “El Relegado” a través de la radio y de la teatralización que hizo no hace mucho Gustavo Campaña de sus libretos para la compañía que encabezó La Desideria en el Imperio, que no encontramos novedad alguna en el film. Este conocimiento de la obra, que pudo haber dado más interés al film si el argumento hubiese sido explotado “cinematográficamente” se lo resta casi en absoluto. Se nota en exceso la pobreza absoluta de escenario. Se requiere mucha ingeniosidad para filmar una película que transcurre entre cuatro paredes, aquí llega a parecer que es en realidad una sola- y sin la gracia de la Desideria ni del propio José Bohr en su alemán, ni la buena actuación de Esther López, de Rolando Caicedo, de Jorge Sallorenzo y de Alejandro Lira que revelan su desplante de actores fogueados, podían realizar el milagro de hacer un buen film de uno que peca por su base

La fotografía es nítida, pero la disposición de os grupos está hecha en forma tan deficiente, que uno se pregunta qué hacía el director mientras se estaba filmando…Mireya Latorre que se reveló una excelente dama joven en su breve rol en “Escándalo” aparece mal fotografiada y casi todo el tiempo está tapada por la Desideria o por ese absurdo florero que se destaca innecesariamente en primer plano en más de una escena.

El film provoca sin duda carcajadas de parte del público. Tiene algunos chistes graciosos, pero en general “El Relegado de Pichintún” no significa aporte a nuestra cinematografía.