Documentalista, productor guionista. Estudia Comunicación Audiovisual en el Instituto Arcis entre 1983 y 1987, y al año siguiente  se incorpora al Canal 13 de televisión como asistente de dirección. Inicia así una fructífera carrera en éste y otros canales participando como productor ejecutivo en conocidos programas de corte documental y periodístico como “Bajo la Cruz del Sur”. Con la dirección de la serie documental Los patiperros, emitida por Televisión Nacional entre 1997 y 2000, gana numerosos premios. En sus 36 capítulos recoge testimonios de la vida de los chilenos repartidos por el mundo, en particular ciudadanos que optaron por el camino del exilio o fueron obligados a ello. Otras series televisivas realizadas con posterioridad: Inmigrantes (2002) y Apasionados (2004) A pesar de sus éxitos en la pequeña pantalla, su vocación dominante es el documental cinematográfico, que  comenzó a desarrollar con El tren del desierto, que dirige y produce en 1995, y que recibe el premio al mejor cortometraje en el Festival de Cine de Viña el mar de 1996, y distinciones en los festivales de Cine Documental de Marsella y de Cine Latino de Chicago. En el 2000 realiza la ambiciosa trilogía El cuerpo de Chile, con guión del escritor Marco Antonio de la Parra, que apunta a mostrar lo signos de descomposición moral del ser chileno enclavado en la realidad de la sociedad de consumo con sus signos de ansiedades y sufrimientos. El documental siguiente, Nema problema, aborda el drama vivido en Chile, supuestamente “asilo contra la opresión”, por una veintena de refugiados serbios que han huido de la guerra de Yugoslavia. El más reciente y más celebrado de sus films, El corredor, es un canto a la potente voluntad de superación de un simple empleado público que cada mañana, durante años, ha cubierto y cubre todavía los más de veinte kilómetros que separan su casa de su sitio de trabajo corriendo una verdadera maratón; una aventura cotidiana un tanto extravagante que tiene un trasfondo de conmovedora pertinacia humana: un hombre gris transfigurado por una irrefrenable pasión. Leighton es asimismo un apasionado de lo suyo, cree firmemente en la salud actual y en el porvenir del documental chileno, del cual es, a pesar de la brevedad de su obra, uno de sus más lúcidos y prestigiosos representantes. Comparte las tesis de Ken Loach sobre sus perspectivas y posibilidades, pese a las amenazas del “mar de géneros y subgéneros” –reportajes, crónicas, videoclips, cámaras indiscretas, etc.—que parece que quisieran ahogarlo. En el 2000 funda junto a otros cineastas la Asociación de Documentalistas de Chile. El año 2009 estrena el documental más personal de su carrera: Kawase-San.

(Jacqueline Mouesca, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)