“El hombre que se llevaron” nueva produccion de chile films estrenada en el teatro central
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La última producción nacional, “El hombre que se llevaron”, estrenada ayer en la pantalla del Teatro Central, realizada en los Estudios de Chile Films, y que fue dirigida por Jorge Délano (Coke), e interpretada por un selecto grupo de artistas nacionales y extranjeros, y basada en un argumento de Carlos Vattier, señala uno de los pasos más avanzados que ha podido dar la industria cinematográfica chilena en el camino de su intensificación y de su progreso.

En oportunidades anteriores hemos anotado que nuestro cine se ha resentido en la falta de adecuadas argumentaciones; hoy, Carlos Vattier ha salvado esta básica deficiencia, dando un contenido que Coke ha sabido desarrollar con teñida línea de arte cinemático. En todos sus ángulos, la pantalla va perfilando la capacidad directiva, extendida a la acción interpretativa, al truco bien logrado y a cada pasaje escénico de transición buscados y reproducidos con marcada idea artística. Puede que la película no haya llegado a la perfección absoluta dentro de todos los aspectos del difícil arte de rodar una producción; pero hay que subrayar y con entusiasmo, que este trabajo cinematográfico chileno nos trae la satisfacción de comentar que las esperanzas de mayores posibilidades del cine nacional son ahora, una brillante realidad.

En su actuación vigorosa, en su línea sobria y tranquila, Enrique Riveros nos muestra que supo aprovechar sus estudios en Europa y Norte América, delineado su complejo personaje con marcados perfiles de actor de prestancia. Una más expresiva vocalización en ciertas escenas de romanticismo habría ofrecido aún mayor relieve a su amarga existencia la vive Enrique Riveros, en líneas de realismo escénico que lo coloca en sitio preferente entre los galanes de nuestro cine.

La personalidad artística y teatral de Eloísa Cañizares se tiñe de arte cinematográfico al realizar una labor dramática, plena de interés y de emoción; Nury Montsé se desempeña con agilidad juvenil, en una realización de buenos contornos artísticos; Enrique Barrenechea, como actor fogueado realza con talento su rol, lo mismo que Juan Corona, en una interesante composición de su papel; así, como Agustín Orrequia, Mafalda Tinelli, Hernán Castro Oliveira, Octavio Cintolessi, Gerardo Grez y el niño Jorge Ramos, revelación que debe aprovecharse en el futuro.

Para los que siempre hemos estimulado los esfuerzos y propósitos encaminados a conseguir la madurez de nuestro cine, es satisfactorio anotar hoy un comentario sin mayores reticencias, y poder subrayar que “El hombre que se llevaron” por la calidad de todos sus aspectos significa el paso más definitivo en el progreso del cine nacional.

T.