Clásicos del séptimo arte nacional y extranjero llegaron a la quinta región para ser parte de la 13º versión del Festival Internacional de Cine de Valparaíso. El evento, único en el país dedicado exclusivamente al rescate del patrimonio fílmico, se realizó entre el 25 y 31 de agosto en la sede porteña del Duoc Uc y el Teatro Municipal de Viña del Mar.

Este 2009, el certamen exhibió grandes clásicos de la filmografía nacional. Es el caso de las versiones restauradas de El Húsar de la Muerte (1925) de Pedro Sienna, el documental A Valparaíso (1962) de Joris Ivens, , Valparaíso mi amor (1969) de Aldo Francia y El Chacal de Nahueltoro (1969) de Miguel Littín.

Pero no sólo piezas nacionales fueron parte de esta muestra, ya que el proyecto recibe anualmente material procedente de filmotecas europeas y latinoamericanas que contribuyen al desarrollo del certamen. Gracias a la cooperación de la cinemateca del Goethe Institut, se realizó una retrospectiva del director germano Alexander Kluge, en la que se exhibió parte importante de su filmografía.

En la sección “El Cine más grande de la vida” se proyectaron piezas fundamentales del cine mundial, como Metrópolis (1927) de Fritz Lang, The river (1929) de Frank Borzage y la mencionada El Húsar de la Muerte (1925) de Pedro Sienna, cintas que contaron con acompañamiento musical en vivo a cargo de la Orquesta Estudiantil de la Universidad Técnica Federico Santa María y artistas como Ramiro Molina y Daniel Navarrete.

En tanto, este 2009 el Observatorio del Cine Chileno estuvo dedicado al rescate del trabajo de Alberto Santana, quien durante los años 20 intentó levantar la industria cinematográfica en nuestro país. Expusieron los investigadores Wilma Granda, Norma Rivera, Eliana Jara y Hans Mulchi.

En esta edición del certamen el Premio Santiaguillo se entregó a la Cinemateca Nacional del Ecuador en reconocimiento a la labor de rescate patrimonial que realiza hace más de treinta años. Recibió la distinción, la subdirectora de la institución, Wilma Granda.