El primer documental del año del proyecto Miradoc –que busca difundir el documental de autor a lo largo de todo el país- es una película que nos presenta la historia de los habitantes de la isla y el dolor del pueblo Rapa Nui por la pérdida de sus objetos sagrados, desde la perspectiva de sus propios protagonistas.
Se trata de un documental que busca explicar la relevancia que tiene para los isleños el que sus objetos sagrados retornen a su tierra. Utilizando como motor del relato la narración que el realizador, Leonardo Pakarati, hace a su hija sobre la formación de su pueblo y su historia, la película va permitiendo que el espectador vaya haciéndose una idea del proceso histórico que han vivido los habitantes de la isla y comprenda conceptos como “Mana” que son fundamentales en su manera de ver el mundo y que definen no sólo su pasado, sino también su presente.
A partir del relato de ancianos Rapa Nui la película va siguiendo la pista del Moai Hoa Haka Nanaia, llamado entre los locales con el nombre de “El Amigo Robado”, luego de que hace más de un siglo un grupo de extranjeros lo sustrajera de la isla y lo trasladaran hasta Europa. El cineasta, su padre y su hija viajan a Europa para encontrarse con esa escultura que hoy se encuentra en un museo de Inglaterra. El viaje de estas tres generaciones adquiere un sentido trascendente al comprender que en la cosmovisión Rapa Nui, los objetos sagrados –como los Moai o los restos de los ancestros- contienen el “Mana” que es la energía vital de la etnia y cuya ausencia deviene en que el pueblo actual no cuente con esta fuerza para su desarrollo.
La película va mezclando el relato del padre a su hija con el de los ancianos de la isla y con la voz de expertos internacionales que permiten comprender como se llegó a que los objetos sagrados de los Rapa Nui estuvieran hoy desperdigados en distintos museos del mundo, la responsabilidad del estado chileno en ese proceso y la invisibilización de este tema en los últimos años. El formato visual que sostiene este discurso se mueve desde las entrevistas en cámara al registro familiar del viaje y las impresiones de sus protagonistas.
Te kuhane o te tupuna (el espíritu de los ancestros) puede ser una película sorprendente, en el sentido de permitirnos acceder a una mirada que es tan distinta a la nuestra, a empatizar con dolores que normalmente son difíciles de comprender y a mirar a nuestros vecinos de Rapa Nui con un nuevo respeto y admiración. Su mayor valor es que son los mismos Rapa Nui los que construyen aquí el discurso y, aunque incluyen la mirada de estudiosos y expertos, es sobre todo la voz de los ancestros la que pesa en esta película.
