Vos sos cuático es un enigma, un interrogante siempre abierto y en movimiento.
Desde el inicio los que no somos chilenos nunca sabremos ¿qué es ser cuático? Quedaremos como extranjeros ante ese uso de la lengua. “Vos sos”, un argentinismo se enfrentará o se mezclará con el cuático chileno. El título del film plantea, quizás, o anticipa, esa cuestión de la imposibilidad de definir el “ser chileno,o ser chileno argentino como algo inmutable”.
Es una película en tránsito. Sus personajes, sus historias corales, siempre están ejecutando algún recorrido, desde lo cotidiano e íntimo de preparar un café, hasta la puesta en escena de una Violeta Parra, compuesta por una inmigrante desde la inmigración, una inmigración distinta, no política sino cultural, un exilio cultural que en el fondo es también un exilio profundamente político. La mirada de la cámara quiere ahondar en los detalles, nos involucra con imágenes bellas, deambula también como lo hace el migrante.
Una nostalgia cubre todo el relato, pero no sedimenta en un espacio/lugar, también está en movimiento, aparece y desaparece como algo fantasmático. La voz en off, del realizador, siempre merodea en las calles de Buenos Aires y a veces se detiene observando desde un casi no lugar, o desde un lugar interno y nos invita a la reflexión, se interroga y nos interroga.
Ese interrogante actual por la inmigración, por la chilenidad, también teje sus lazos hacia atrás buscando a los otros inmigrantes de la historia argentina. Buenos Aires parece no inmutarse, porque ella es pleno movimiento, plena migración, ella misma es un interrogante,ajena de sí, es la ciudad de la inmigración.
Planos y tonalidades muestran una Buenos Aires mágica, que seduce casi siempre inalcanzable.
Historias mínimas, que construyen un relato crítico a la educación artística pública chilena que no da lugar a sus jóvenes, que los expulsa de su lugar.