Compositora. Su origen campesino está a la base de su cultura y creatividad desbordante que la hicieron tocar también al cine, junto a la cerámica, la pintura, la escultura, la poesía, la investigación folclórica, la interpretación y la composición musical. Si bien sería esta última actividad la que le ha asegurado un lugar importante en la historia de la música latinoamericana del siglo XX, se dedicaría a ella en forma sostenida sólo después de una larga experiencia de estudios y recopilaciones de la música tradicional, cuyas grabaciones comenzarían a hacerla conocida en la década del cincuenta. Fue en esta época cuando conoció al cineasta Sergio Bravo, que había filmado un sencillo documental sobre el trabajo creativo del artesano del mimbre Manzanito. Durante la sonorización del filme Bravo había escogido un trozo de Bach para acompañar las imágenes, las que no contaban con comentario alguno, Violeta Parra manifestó una opinión contraria a tal acompañamiento y después de algunos ensayos improvisó sobre una proyección de las imágenes una pieza en guitarra que superó las intenciones de Bravo, constituyendo una de las escasas obras instrumentales de la compositora y una de las más perfectas composiciones musicales hechas nunca en el cine chileno. Nuevamente ambos colaborarían para la música del documental La trilla, en la que la ella compusiera otras piezas breves a los que agregó algunas grabaciones de temas recopilados que ya habían aparecido en discos y no se repitió el inspirado momento de Mimbre. Interpretó también algunos temas que escogió especialmente para el documental Andacollo del matrimonio de cineastas Di Lauro Yankovich. Bravo le dedicaría un documental Casamiento de negros, en la que ella aparece cantando e interpretando algunas variaciones sobre la tonada del título. Desgraciadamente la película se perdió. Para la restauración del clásico del cine mudo El húsar de la Muerte, que Bravo llevó a cabo con paciente rigor, Parra compuso la tonada Hace falta un guerrillero, que finalmente no fue incluida en la sonorización de la película. La autora ya no compondría más para el cine. Se suicidó en 1967.