Actor. Guionista. Hijo de padre diplomático, es en Buenos Aires, donde la familia vive por entonces, que Rubén Darío actúa por primera vez en el cine en 1934 en el film Puerto Nuevo, de Luis César Amadori  En los dos años siguientes figura en los elencos de cintas de Mario Soffici y Daniel Tinayre, y en 1938, cuando vuelve a Chile participa en Hombres del Sur, de Juan Pérez Berrocal, y casi enseguida, en Las apariencias engañan, de Víctor Álvarez, dos de las películas más vapuleadas de la historia del cine chileno. Con todo, su participación como galán se afirma en apariciones sucesivas y se convierte en una figura constante durante la prolífica década del 40, figurando en una decena de películas, en  particular del realizador Eugenio de Liguoro, en las que por lo general aparece como contraparte del protagonista, el cómico Lucho Cordova. Durante esos años y los siguientes, no deja la actividad teatral y se desempeña como galán joven en diversas compañías: de Margarita Xirgu, Alejandro Flores y Lucho Córdova. En 1960  vuelve al cine en el film Viaje a Santiago, años más tarde, en 1984, aparece por última vez en la pantalla en Cómo aman los chilenos, de Alejo Álvarez, en un breve papel, circunstancia finalmente afortunada, ya que se trata de de una de las peores películas de la cinematografía chilena.

(Ernesto Muñoz, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)