Director. Periodista diplomado en la Universidad Católica. En la década de los ‘80 participa en la realización de numerosos documentales para el noticiero alternativo Teleanálisis, que registra imágenes indispensables para reconstruir lo que ocurrió en Chile durante la dictadura. Su carrera como director comienza en 1996 con el mediometraje de ficción El encierro, producido por la empresa Nueva Imagen –de la que es socio--  y el apoyo del Ministerio de Educación. La cinta narra la dramática historia de una joven pareja que decide encerrarse en una casa abandonada para obligarse a no consumir drogas. Durante 1998 y 1999 realiza el programa CineVideo, producido por Nueva Imagen para Televisión Nacional de Chile (TVN), mezclando su veta periodística con la cinematográfica. En 1998 incursiona en los telefilmes y comienza su relación con la obra del escritor Baldomero Lillo y de su libro Subterra, un clásico de las letras chilenas que comprende una docena de cuentos sobre las duras condiciones de vida y de trabajo de los mineros del carbóna fines el siglo diecinueve y comienzos del veinte. El ciclo del canal estatal denominado Cuentos Chilenos incorpora su mediometraje Juan Fariña, basado en uno de los cuentos emblemáticos del libro. En el año 2000 prosigue con El Pozo su línea de inspiración en los temas de Lillo. La cinta tiene un gran éxito de audiencia y obtiene el Premio Altazor 2003, galardón otorgado por los artistas chilenos, en la categoría Dirección de Televisión en el género dramático. La obra trata de una historia de amor y los serios intentos de los padres de una muchacha enamorada de un minero por perpetuar el orden de cosas, evitando que se rompa la "necesaria desigualdad". Al año siguiente vuelve a la serie de Cuentos Chilenos, esta vez con un texto del escritor Sergio Gómez, El delantero romano. Su participación en este ciclo televisivo le permite, junto con adquirir seguridad en el lenguaje cinematográfico y  conformar un grupo de trabajo estable para su labor posterior, ahondar en su interés y comprensión de los textos de Baldomero Lillo, todo lo cual hace factible la realización de su primer largometraje, Subterra, uno de los films más ambiciosos del cine chileno y pieza fundamental en el género de reconstrucción de época y recreación de una cierta épica social. Ferrari trabajó con un guión que recoge elementos narrativos de diversos cuentos del libro de Lillo, y los reúne en torno a una historia, creada por los guionistas, en que con el trasfondo de la vida de los mineros se desarrolla el romance entre un dirigente sindical de éstos y una sobrina del dueño del mineral. Lo más importante de la cinta es la cuidada ambientación, que logra transmitir una potente visión de las dramáticas condiciones en que se desenvolvía el trabajo en el mineral de Lota, al sur de Chile, en la década de 1890. Punto alto del film es también la actuación de un elenco en el que participan algunos de los mejores actores y actrices del cine chileno. Realizada con un presupuesto cercano al medio millón de dólares, cifra record en la producción local, tuvo un fulminante éxito de público, superando los 500 mil espectadores. Fue distinguida con importantes premios en los festivales de Viña del Mar y de Huelva (España), en el 2003 y en el Miami Latin Festival, Estados Unidos. En los años recientes ha estado dedicado a desarrollar miniseries televisivas a partir de la vida de algunos de los más notables poetas chilenos como Pablo Neruda y Vicente Huidobro. Desde el año 2006 ejerce de Director de la Escuela de Cine de la Universidad del Desarrollo. El año 2011 estrena Bombal, sobre la vida de la destacada escritora chilena María Luisa Bombal.

(Por Mónica Villorreal, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)