Lucho Córdoba
Actuación / Guion /
Nacimiento
26 de julio de 1902
Lima, Perú
Defunción
14 de abril de 1981
Santiago, Chile
Actor. Accede al cine cuando era ya un actor y autor de comedias cómicas de gran popularidad. Encabeza y dirige durante casi veinte años un elenco estable en el Teatro Imperio de Santiago presentando un extenso repertorio de adaptaciones de piezas de autores nacionales y extranjeros, que se prolonga luego en otras salas hasta completr más de medio siglo de trayectoria. Se convierte en uno de los maestros del género teatral cómico nacional –solía llamárselo el caballero de la risa-, y en 1946, el Gobierno le confiere la Orden al Mérito de Chile. Al país había llegado cuando apenas tenía dos años; sus padres se habían separado, y su madre chilena decide volver a su país natal. Ella está ligada a una antigua familia de artistas; se mantiene en constantes giras teatrales lo que impide que Lucho reciba  una educación formal y estable. Logra realizar únicamente algunos estudios más o menos regulares en el Instituto Comercial de Valparaíso. Durante un tiempo trabaja en la Compañía Chilena de Electricidad de esa ciudad portuaria, pero muy luego su fuerte vocación artística lo lleva a enrolarse en una compañía de  comedias con la que recorre toda América. El descubrimiento de sus condiciones como galán cómico, se produce de un modo casual en una presentación en Colombia; mientras interpreta un rol dramático, provoca las risas del público, comprobando que lo suyo es el humor. “Para hacer las cosas cómicas bien, primero hay que saber hacerlas bien en serio”, diría años más tarde en una entrevista. Vuelve al país en 1929, integrándose a diversas grupos teatrales hasta formar en 1934, junto con su esposa, la actriz española Olvido Leguía, una pareja escénica que ya no se separará. En una época en la que el cine nacional busca el éxito fácil, basado sobre todo en la comedia cómica, no es extraño que Eugenio de Liguoro, uno de los pioneros del género, vislumbra el potencial de Córdoba, en su doble condición de actor y autor. Le entrega en 1942 el papel protagónico de Un hombre de la calle, que repite el clamoroso éxito de taquilla que antes ha obtenido Ropita usá compro, la obra teatral en que se basa. Con De Liguoro filma sus dos películas siguientes, Hoy comienza mi vida y Un hombre cayó al río. A pesar de la buena acogida del público, los comentarios de prensa no les son favorables. Les reprochan una cierta rutina repetitiva en los recursos humorísticos, reproche que el propio Córdoba recoge al sostener en una entrevista: “He filmado tres películas, pero las tres son iguales, apenas algunas diferencias de detalles”.El público le sigue siendo fiel en sus tres siguientes films, aunque la recepción crítica no mejora. Sólo lo elogian cuando trabaja con José Bohr en Tonto pillo y en La mano del muertito, en las que según la revista Ecran, Córdoba “es la risa misma”.Sus últimas películas, en particular las que realiza con Alejo Álvarez, se llevan las palmas en la condena de los comentaristas, lo que es atribuible sobre todo a la mediocridad del realizador. Pero la carrera teatral de Lucho Córdoba no decae por eso; sigue encantando  al público hasta el momento en que afectado por una afonía se ve obligado a abandonar las tablas. Fallece al filo de los ochenta años y durante sus funerales recibe el homenaje de sus pares y de un público que siempre le fue fiel.

(Por Eliana Jara, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)

Filmografía Chilena
Guion (3)
Largometraje de ficción
Largometraje de ficción
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Actuación (10)
Largometraje de ficción
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Basada en su obra (1)
Largometraje de ficción