Actor. Estudia Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile, pero no concluye la carrera. Como actor se forma en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile y en su paso por las compañías de Margarita Xirgu, Esteban Serrador y Ernesto Vilches. Por su estampa física encuadra bastante con los modelos cinematográficos de lo que se considera en la época el galán joven por excelencia.  Debuta en 1941 en Amanecer de esperanzas, con la que hace también sus primeras armas el director Miguel Frank, que tiene sólo veinte años, y que paga tributo por su juventud y su inexperiencia; la película es muy maltratada por los comentaristas. Mejor suerte tiene en algunos de sus films posteriores, entre ellos La amarga verdad (1946), con Carlos Borcosque como director, y Encrucijada, de Patricio Kaulen, del mismo año que la anterior. El punto más alto como actor lo alcanza en Río abajo (1950), con la que Miguel Frank llega también a su consagración como director. La película se recuerda, además, porque en ella Alma Montiel realiza lo que se considera la mejor actuación vista en las películas chilenas de los años 40 y 50. Después de los cuarenta años no vuelve al cine, y fuera de esporádicas actuaciones en teatro, se concentra en una empresa dedicada a las artesanías en cerámica, especialidad que había estudiado a los veinte años, en Chile y en Colombia.

(Por Ernesto Muñoz, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)