Carlos Cariola
Dirección / Actuación / Guion / Producción /
Nacimiento
17 de septiembre de 1895
Santiago, Chile
Defunción
20 de agosto de 1960
Santiago, Chile
Realizador, argumentista y productor del cine mudo chileno. Periodista en su origen, es además de sus pergaminos en el campo del cine, un celebrado  dramaturgo de la escena nacional. Gran parte de su obra  está unida a la del actor Rafael  Frontaura, de quien fuera condiscípulo en la enseñanza secundaria. De ascendencia italiana, y sin antecedentes artísticos  en la  familia, es apenas un joven de trece años cuando estrena en su colegio el juguete cómico, Juan el Ministro (1908). Se inscribe en la carrera de Leyes en la Universidad de Chile, y comienza paralelamente a colaborar en algunos periódicos;  pronto su interés por las letras será más fuerte y terminará  abandonando sus estudios. En 1913 publica en una revista juvenil Vida del amor, pieza breve que le permite vincularse con otros autores y ser una voz que  se deja oír. Dos años después se funda la Sociedad de Autores Teatrales, institución  que presidirá en diversos períodos en el transcurso de su vida. Forma dupla con Rafael Frontaura con quien escribe entre 1914 y 1917 algunas comedias y sainetes:  Abajo las castas, Quién mucho abarca, Risas y lágrimas, Domingo de ramos, La hermana Clara, y otras. En 1917, siempre en colaboración con Rafael Frontaura, participa  como intérprete  y autor del argumento de El hombre de acero,  película de creación colectiva con la dirección artística de Pedro Sienna. Ambos  autores retornan  al teatro y  estrenan la pieza cómica El tuerto es rey. A comienzos de los años 20, Frontaura viaja a Buenos Aires y Cariola continua en solitario estrenando una serie de piezas cómicas y ligeras. Renueva el género con la incorporación de personajes, temas y lenguajes propios del  ambiente popular. De todo este período su obra  más lograda es Entre gallos y medianoche, que escribe en 1919 y que en pleno período del sonoro, en 1940, sería llevada al cine con gran éxito por Eugenio de Liguoro (1940). Pese a que sus breves incursiones cinematográficas, son cuantitativamente inferiores a su abundante producción teatral -más de  40 títulos, no todos recogidos en libros- su participación resulta de interés y  contribuye a afianzar el incipiente cine chileno. Dirige y escribe el  argumento de Don Quipanza y  Sancho Panza (1921), película de corte humorístico, y luego Pájaros sin nido (1922), film realizado por  encargo de la Sociedad Protectora de la Infancia. Ejerce entretanto como crítico teatral ejercida en los diarios La Unión, de Valparaíso, Las Ultimas Noticias y La Segunda, de Santiago. Estrena en 1923 On parle français, pieza breve de corte satírico. Hombre multifacético, dedica una buena parte de su tiempo al deporte; ocupa en 1925 la presidencia de la Asociación de Fútbol, y luego la del popular club Colocolo, con el que realiza una exitosa gira internacional. No abandona, sin embargo, su labor de creación: La dieta parlamentaria (1924), Los estudiantes pasan (1931); El complot de las Mercedes (1934), 4 de junio (1934), El desfile del amor (1941). Por Dios que cuesta casarse (1944), y Estos muchachos de 50 años, (1946), considerada un clásico del teatro chileno. José Bohr intenta hacer con esta obra una película, pero el proyecto no prospera. Gracias a su dedicación a la actividad gremial, a su ingenio para procurar recursos, y a su infatigable tesón, logra tras más de diez años de esfuerzos, construir una sede propia para la Sociedad de Autores Sociedad de Autores Teatrales de Chile, un edificio equipado con oficinas y dos salas, una pequeña  bautizada como Teatro Talía, que  luego pasará a llamarse Alejandro Flores, y otra más amplia, el Teatro SATCH. La sala la inaugura la Compañía de Alejandro Flores, que estrena para la ocasión la  exitosa obra de Cariola,Qué vergüenza para la familia, (1954). Tiempo después escribe uno de sus últimos títulos, Cada mujer es un misterio (1955). En 1960 fallece, y sus pares acuerdan cambiar el nombre de la sala de la Sociedad de Autores, rebautizándola como Teatro Carlos Cariola. Rinden así un merecido homenaje a quien había llegado a ser una figura emblemática de una época caracterizada por su empeño por darle al teatro chileno un inconfundible sello nacional.

(Por Eliana Jara, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)

Filmografía Chilena
Dirección (4)
Largometraje de ficción
Cortometraje documental
Largometraje de ficción
Guion (3)
Cortometraje documental
Largometraje de ficción
Largometraje de ficción
Actuación (1)
Largometraje de ficción
Basada en su obra (1)
Largometraje de ficción