Director de televisión. Periodista. Durante largos años, un nombre importante de la televisión chilena; estudió periodismo en la Universidad de Chile (1972) y luego dirección y producción de televisión en la Universidad de Artes y Ciencias de la Educación UNIACC, en Santiago, donde actualmente imparte clases de periodismo y comunicación audiovisual. Fascinado desde joven por el mundo del espectáculo, comenzó organizando números de magazine que se presentaban previamente a los partidos de fútbol entre los equipos universitarios. De manera paralela, colaboró en las secciones de espectáculos de diversos periódicos y revistas como Ritmo, Las Últimas Noticias o Ercilla. En 1968 ingresa a Canal 11 de televisión, donde asumirá el cargo de gerente de producción y dará vida a una serie de exitosos programas que transformarán la televisión chilena durante las décadas de 1970 y 1980, modificando una matriz de programación cultural, envasada y predominantemente universitaria por otra de clara orientación al entretenimiento y los buenos resultados comerciales. Entre éstos, destacan sus programas Canal 11 al despertar (el primer matinal de la televisión chilena), Chilenazo (un espacio sobre folclor), los programas de concurso y variedades Cuánto vale el show, Éxito, el programa infantil Los bochincheros y el espacio de conversación Humanamente hablando. Durante casi cuarenta años sus programas han aparecido en pantalla, en la modalidad de shows en vivo y destinados preferentemente a la familia y el mundo del hogar. Incursionó también en el negocio discográfico con sus sellos “Granizo” y “LAC”. No es raro que este hombre del espectáculo recalara pronto en la pantalla grande, primero a través del género documental, con la película Al este del sol y al oeste de la luna, una descripción de la vida cotidiana en Isla de Pascua. Este trabajo le valió el premio del Consejo Nacional de Televisión de Chile. Su debut en las salas de cine, sin embargo, se produjo sólo en 1989 con la cinta Todo por nada, una comedia sobre el mundo de la televisión (que tan bien conoce Lamadrid) de ribetes semidramáticos. La película fue destrozada por la crítica, pero contó con el favor del público: se mantuvo 15 semanas en cartelera, siendo una de las más vistas en Chile durante ese año. Ganó además el premio “Laurel de Oro” del diario La Cuarta como la película más popular de 1989. El propio Lamadrid ha señalado que “me molestan los ‘Fellinis’ que filman para festivales en lugar de hacerlo para el público. Nosotros hicimos Todo por nada para entretener y tener excedentes económicos. Y cumplimos con ambas metas”. Lamadrid es también autor de dos libros sobre sus experiencias en el mundo del espectáculo y la televisión: Detrás de la Pantalla y el inédito Nada es lo que era.

(Hans Stange, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)