Aldo Francia
Dirección / Dirección de Fotografía / Guion / Montaje / Producción /
Nacimiento
30 de agosto de 1923
Valparaíso, Chile
Defunción
15 de octubre de 1996
Valparaíso, Chile
Director. Descendiente de italianos, cursó sus estudios  primarios en Italia y terminó su educación secundaria en Valparaíso y Viña del Mar.Estudia medicina y se titula de médico en 1949, especializándose en Pediatría, ejerciendo su oficio en Valparaíso hasta que jubila. Sus primeros acercamientos al cine son desde muy temprana edad, pero un hecho que marca el inicio en la formación como cineasta data a fines de 1949 cuando con un grupo de compañeros de universidad viaja a Francia, y en un pequeño cine de quartier, ve Ladrón de bicicletas, y terminada la función él y sus  compañeros salen emocionados hasta las lágrimas. Este filme para Aldo significó que algo nuevo comenzaba. A partir de entonces decide hacer cine, pero no un cine de pura entretención, sino que uno de carácter social, tal como fue su opción con la medicina, en la que no por azar eligió la pediatría. Adquiere una cámara de 8 mm y comienza el visionado sistemático de películas de buenos realizadores, que analiza y discute luego con otros cinéfilos. Éstos, además, son espectadores de sus primeras filmaciones, breves películas documentales. Es el caso, por ejemplo, del registro que hizo de la popular fiesta religiosa de la Virgen de Andacollo, aprovechando un viaje que hace al norte del país en 1960, junto con Mario Baeza, director del Canal 4 de TV. Con éste y otros trabajos la técnica del encuadre y va definiendo su estilo narrativo. Fue importante también en su formación la lectura de la revista de cine aficionado L’altro cinema, a la que se suscribe en un nuevo viaje que hace a Europa, y que conoce mientras visita Milán. Allí aprende lo que se puede hacer con una cámara para aficionados, con la que consigue afinar la sensibilidad para encuadrar, y establecer un ritmo de montaje adecuado. Pasa luego a una segunda etapa como realizador, iniciándose en la ficción con una cámara Paillard de 16 mm. Filma con sus hijos como protagonistas un corto, El Rapto, llamado también El Gorro Rojo. El 20 de agosto de 1962, funda el Cine Club en la ciudad de Viña del Mar, hecho que será decisivo en su trayectoria futura. Al acto inaugural llegan cerca de 400 personas, de los que al cabo de unos meses queda poco más de una decena de socios verdaderamente activos. Entre ellos, Bruno Gebel, actor de reparto de Roma, ciudad abierta, que en la década del 50 había realizado un largo argumental, La Caleta Olvidada. Aldo Francia dicta en el Cine Club un curso de Introducción al Cine y Cámara, que culmina con la realización de un cortometraje La Escala, basado en un texto poético de Celia Munchmayer. La entidad realiza numerosas actividades: foros, ciclos de conferencias, entre éstas, uno sobre historia del cine, desde  Lumière hasta el cine de los años 60, algo que no se había hecho hasta ese momento en Chile. Pasa enseguida a denominarse Cine Arte, publica una revista, Cine Foro, y amplía sus iniciativas: realiza cortometrajes, publica artículos sobre la especialidad en diarios y revistas y habilita la primera sala de Cine Arte de Chile. Ofrece clases gratis de cine, dando paso a la fundación de la primera Escuela de Cine que haya funcionado en el país. Por falta de apoyo público la experiencia no dura demasiado tiempo, pero no son pocos, entre ellos, la cineasta Valeria Sarmiento, que declaran que su paso por esa escuela fue decisivo en su decisión de dedicarse al cine.

De una tenacidad infatigable, pese a todas las dificultades, Francia pone en marcha lo que es su máximo aporte como activista del cine: el Festival de Cine de Viña del Mar, que parte modestamente como “de Cine Aficionado”, y pasa a partir de 1966 a denominarse Festival de Cine Chileno, paralelamente al cual se  desarrolla un importante Primer Encuentro de Cineastas Chilenos. Pero el prestigio alcanzado y la madurez organizativa permite dejar definitivamente atrás la etapa de “los aficionados y del cine de 8mm”, y en 1967, lo que cronológicamente correspondía al Quinto Festival de Cine de Viña del Mar, pasa a ser el Primer Festival del Cine Nuevo Latinoamericano, que comprende además un Primer Encuentro de Cineastas del continente. Concurren varias decenas de cineastas de ocho países latinoamericanos, y se proyectan más de cincucnta películas, la mayoría de ellas documentales. El público chileno tiene así la oportunidad de conocer notables producciones, en particular el trabajo de los cineastas cubanos –Humberto Solás y Santiago Alvarez—, brasileños como León Hirszman y bolivianos como Jorge Sanjinés.

Dos años después se realiza el Segundo Festival del Cine Nuevo Latinoamericano, cuya importancia histórica está rubricada por la exhibición de más de un centenar de filmes (algunos tan fundamentales como Antonio Das Mortes, La hora de los hornos, Sangre de Cóndores, Memorias del subdesarrollo, Lucía, entre otros), y la participación de más de ciento cuarenta cineastas. El Festival es, además, el evento inaugural de lo que en adelante se llamará “Nuevo Cine Chileno”, porque se exhiben ahí por primera Tres tristes tigres, de Raúl Ruiz, El chacal de Nahueltoro, de Miguel Littin, y el primer largometraje de ficción de Aldo Francia, Valparaíso mi amor.

Narrado al estilo del Neorrealismo italiano, con una fuerte presencia de la cámara en mano, es una crítica social basada en hechos reales. Un padre cesante, desesperado, roba unas cabezas de ganado para poder alimentar a sus hijos; condenado a prisión, la familia empieza a vivir un proceso de descomposición moral: los hijos mayores se inician en la delincuencia, la hija en la prostitución, y el menor, como muchos otros niños de los cerros pobres de Valparaíso, muere por falta de atención médica. El filme tuvo una muy buena acogida, en particular en festivales internacionales. Tres años después, Francia estrena Ya no basta con rezar, que mirado con una perspectiva posterior, puede considerarse como una suerte de ilustración de teología de la liberación. Es la historia de un sacerdote, párroco de una iglesia de un barrio de burgueses, que vive un proceso que lo lleva a la toma de conciencia paulatina de la lucha de clases. Y a la cárcel, naturalmente Aldo Francia, era un médico cristiano que se definía como seguidor de la visión del mundo propuesta por Teilhard de Chardin. Pero se sentía, por otra parte, muy cerca del marxismo, y como cineasta, declaraba que ante los problemas que vivía Chile, no podía permitirse el lujo de impulsar un cine de evasión. “El nuevo cine no tiene nada en común con el cine anterior –dice en una entrevista-- ; trata de estimular, de movilizar al espectador, de desalinearlo y provocarlo; es una cinematografía con una perspectiva social”.

(Por Luis C. Candia, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)

Filmografía Chilena
Dirección (16)
Largometraje de ficción
Largometraje de ficción
Solo (1966)
Cortometraje de ficción
La escala (1964)
Cortometraje de ficción
Rapto (1963)
Cortometraje de ficción
Niños (1963)
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Andacollo (1961)
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Vendimia (1961)
Cortometraje documental
Carnaval (1960)
Cortometraje documental
Paceña (1959)
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Guion (9)
Largometraje de ficción
Largometraje de ficción
La escala (1964)
Cortometraje de ficción
Rapto (1963)
Cortometraje de ficción
Cortometraje documental
Andacollo (1961)
Cortometraje documental
Carnaval (1960)
Cortometraje documental
Paceña (1959)
Cortometraje documental
Cortometraje documental
Producción (1)
Cortometraje documental
Dirección de fotografía (2)
La escala (1964)
Cortometraje de ficción
Cortometraje documental
Montaje (1)
Cortometraje documental