Julia (35), una mujer dependiente de su medicina, se percata de la desaparición de su último frasco de pastillas. Tras buscarlo intensamente encuentra un misterioso agujero en la pared. El frasco está dentro. Intenta recuperarlo pero fracasa. De a poco, aquello que se esconde al otro lado del agujero fuerza a Julia a enfrentar los recuerdos de su ausente hija. Intenta ignorarlo, pero la frustración vence y en un último esfuerzo, Julia se enfrenta al agujero, nada. Derrotada en el suelo de su habitación, el frasco rueda hacia ella desde el agujero. Solo una pastilla. Julia la toma.