Mario se encuentra hastiado del consumismo que ha imperado en él y en los habitantes de su ciudad. Por ello decide cambiar de sistema de vida, soportando la ironía y el sarcasmo de sus amigos. Es así que descubre un pueblo donde todos los habitantes son flacos y cultivan el espíritu a través del arte. Mario decide ir donde ellos, pero tendrá muchas dificultades, ya que lo primero que se le exige es cambiar cien por ciento su vida, llevando a cabo tareas que le significan constancia y sufrimiento.