Entre las montañas del sur de Chile, a pocos kilómetros de la frontera argentina, la compañia eléctrica Endesa ha logrado obtener todos los permisos requeridos para la construcción de Ralco, una gigantesca represa que detendrá las aguas del rio Bio-Bio e inundará las tierras donde habita desde siglos la comunidad pehuenche Ralco Lepoy. Ahora, sólo resta convencer a las familias afectadas para que acepten abandonar sus tierras. Sin embargo, la compañía no cuenta con la resistencia de un irreductible grupo de ancianas pehuenches quienes, no sólo se resisten a dejar su territorio, sino que comienzan a movilizarse para impedir la construcción de la represa.