La película narra el recorrido de tres personajes en el Santiago nocturno. Cada uno de ellos sufre la ruptura de sus respectivas relaciones de pareja, cayendo cada uno en su propia espiral.
Heredero de la estética del cine de vanguardia, el video clip, el video arte de los setenta y el cine underground, la película expone un espacio lleno de contrastes, hostil y sucio, recreando el Santiago de principios de siglo bajo una óptica decadente y superficial.
La película propone un tipo de cine de ruptura, desprejuiciado en la utilización del sonido y la dramaturgia, sustentado en el espacio y la situacionalidad y enfatizando la visualidad contemporánea por medio de recursos como la cita, la doble lectura y la libre interpretación.
La película fue rechazada por el consejo de calificación cinematográfica en el año 2003, siendo calificado como el único cortometraje en la historia del cine chileno bajo el rótulo de "pornográfico". Al tratarse de una obra experimental y que utiliza el reciclaje de imágenes y la relectura de ellas por medio de la intervención y yuxtaposición, los directores realizan una apelación, la que fue acogida dados los argumentos presentados. La película pudo estrenarse finalmente en abril de 2003y a mitad de ese año consigue diferentes premios y es convocada a formar parte de la selección de diversos festivales de cine en Chile y el extranjero.
La película obtuvo el primer lugar en la Bienal de videos y nuevos medios del año 2003, además de obtener segundo lugar en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar. Además pudo ser parte de la selección oficial del Festival internacional de Cine de Valdivia de 2003. En 2005 se exhibe como parte de la representación chilena en la Bienniale of Moving Images Ginebra, Suiza, donde se exhibe junto a obras de Mathew Barney, Raúl Ruiz y Stan Brakhage.