22 de diciembre de 1925 (Teatro Colón, Valparaíso)
Santana ensaya la comedia y si bien no logra su consagración, el público disfruta de este híbrido tragi-cómico. Piet van Ravenstein se apoya en unos versos anónimos del más puro corte populista para elaborar la trama que relata la historia de una joven que debe trabajar duramente para mantener a su madre y a sus hermanos. El padre ha dejado el país por líos con la justicia. El reencuentro se produce varios años más tarde, cuando la muchacha se dirige a una empresa para solicitar ayuda para su novio que se halla en apremios económicos. Allí se encuentra que el dueño de la industria es su padre, convertido hoy en un próspero hombre de negocios. Viene el reconocimiento y con ello la holgura. (En libro "Cine mudo chileno". Eliana Jara Donoso. Santiago, 1994)