En el desierto, sin adultos, dos niños intentan encontrar respuestas a sus inquietudes. Deambulan por espacios abiertos, sin prisa. Descansan en medio de la carretera o debajo de las torres de alta tensión. Hablan sobre la vida y la muerte, para qué son los maestros, acerca de grandes animales que murieron hace años, la oscuridad absoluta, los idiomas extranjeros y las noticias que llegan en botellas de vidrio. Nos hacen cuestionar la adultez.