“Las chicas de la avenida Pedro Montt” se repetirá hoy en el Teatro Setiembre
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Como era de esperarlo, dada la propaganda inteligente y sostenida y los comentarios que se hacían después de la exhibición privada. “Las chicas de la Avenida Pedro Montt” marcó ayer en su estreno un nuevo y positivo triunfo para nuestra cinematografía nacional.

El amplio Teatro Setiembre se hizo estrecho para contener la enorme concurrencia que lo invadió.

La novela es el sentimental romance de las muchachas bonitas y pobres, acosadas por las tentaciones que les brindan tenorios y vividores, y que siendo buenas, son tenidas como mujercitas sin honra por el vulgo.

Sin embargo, muchas de estas niñas que marchitan su juventud y su belleza trabajando duramente para ganar en forma honesta el sustento de su familia, son verdadera heroínas del sacrificio.

Una de éstas es Pepita, la protagonista de la película. Ella ha rechazado todas las proposiciones que le brindan vida fácil y ha tegido su romance de ilusión con un joven empleado. Uniendo sus pobrezas, endulzando la lucha por la vida con sus caricias, se preparan a la conquista de la felicidad santificando su amor.

Pero la envidia y el mal espíritu arruinaron su esperanza. Los amigos del joven se burlaron de él por pretender casarse con “una chica de la Avenida Pedro Montt” con una empleadita que se podía conseguir fácilmente… El miedo al ridículo y algunas juergas alejaron al cobarde galán de la dama y fue así como, buscando el olvido y dejándose llevar por esos malos amigos, que llegó a avisar de un dinero que no le pertenecía.

Cuando Pepita vió a su ex novio en desgracia, en peligro inminente de ser llevado a la cárcel por el delito de estafa, olvidó todas las ofensas y quiso luchar para salvarlo. ¿Qué podía hacer ella, pobrecita mujer, contra la justicia y contra la sociedad? Sin embargo para una mujer verdaderamente enamorada no hay barreras y el desenlace resulta feliz y muy del agrado del público.

Debemos felicitar a la Labech Film, firma porteña, por su brillante iniciación en el negocio de películas nacionales. Esta felicitación debemos hacerla extensiva a su director. Alberto Santana, y al cameraman, señor Natalio Pellerano.

La interpretación es correctísima, tato de parte de los artistas encargados de los papeles sentimentales como de los cómicos.

Las chicas de la Avenida Pedro Montt” se repetirá hoy.