La última producción chilena
Películas relacionadas (1)
Tonto pillo (1948)
Personas relacionadas (2)

Y las luces del “Santiago” y del “Real” se apagaron, y en la pantalla apareció el nombre de otro film nacional. Esta vez presentando a Lucho Córdoba en su doble rol de autor y estrella, y a José Bohr en su doble rol de productor y director. Sinceramente, la fórmula ha sido efectiva, y quien sale ganando con ella es el público, ya que “Tonto Pillo” es de esas películas que gustan, y gustan a rabiar. Seguramente que su duración en la cartelera de los teatros en cuestión será de varias semanas, porque así lo exige la calidad simpática y reidora de su contenido.

EL LIBRO: Simple, simpático, ameno, plagado de chistes y de situaciones que hacen reír, sonreír y prorrumpir en carcajadas.

LA ACTUACIÓN: Lucho Córdoba a la cabeza de un magnífico elenco muy extenso para enumerar, se siente por primera vez firme y seguro en una película. José Bohr ha sacado de Lucho Córdoba lo mejor que nuestro actor lleva dentro de sí. La simpatía de Lucho es natural y franca en esta producción.

LA DIRECCIÓN: Segura y firme. Sobresalen las escenas de ambiente campesino por su fondo magnífico de nuestro panorama nacional. Debemos mencionar el acierto de Bohr en la dirección de los conjuntos musicales de cien guitarras de Carmen Cuevas. Es la nota de arte dentro de esta película cuyo cometido es solamente hacer reír.

LA TECNICA: Buena fotografía de Martorell y buen sonido de Rodríguez.

LOS DECORADOS: Aparte de la naturaleza magnífica de Chile, los decorados de Torti y Godefroy cumplen gratamente su misión.

LABORATORIOS: Copia pareja que se deja ver sin molestias para la vista ni para el oído.

COMPAGINACION: Agil y muy bien la continuidad.

En pocas palabras: el cine chileno ha recibido su regalo con “Tonto Pillo”, ojalá lo sepa aprovechar en el futuro.