En un documental de una hora, el director Raúl Ruiz registró la entrevistas de las “lolas” que, llamadas a concurso por un diario de la capital (ERCILLA 1.964) postularon al rol principal de la versión cinematográfica de Palomita Blanca.
Enrique Lafourcade –autor del best seller– confidenció a ERCILLA que en el contrato de cesión de derechos exigió que se respete por lo menos el cincuenta por ciento de las situaciones y no se traiciones el espíritu del libro. Agregó que vendió los derechos de adaptación y filmación y que no tiene injerencia alguna en el proyecto.
La aclaración era necesaria. Porque ahora el documental Palomilla Brava parece ser el esfuerzo desplegado por Ruiz y su equipo –la productora Prochitel– en las entrevistas “impertinentes” con las “lolas”. Estas, una veintena, acudieron a las eliminatorias acompañadas por amigas y parientes, invadiendo los terrenos de Chile Films, donde se hacían las pruebas.
Las muchachas agotaron sus recursos histriónicos y lucieron sus atributos físicos para llegar a ser “la María”, liceana de Recoleta que se enamora del buen mozo y aristocrático Juan Carlos, de “Provi”. Aunque no obtengan el ansiado papel –o aunque Palomita Blanca no se filme en definitiva-, ellas no habrán perdido su tiempo, pues, a través del documental ingresaron al mundo del cine. Allí están retratadas para siempre, con sus tics juveniles, su gracia y encanto.
El “lolo” Juan Carlos fue elegido de inmediato. Será interpretado por Rodrigo Ureta Parot, de 18 años, que finalizó sus estudios en el colegio Notre-Dame y quiere seguir la carrera de Ciencias Políticas y Diplomáticas. Tiene experiencia teatral y en cine ya actuó en cinco cortos publicitarios. Le gustó la novela, porque representa a la juventud chilena de hace tres años, que es similar a la de ahora. Su “pasta” para el cine y su buena presencia escénica le vienen de familia: sus tíos Armando y Raquel Parot –esposa ésta de Alvaro Bunster, embajador de Chile en Inglaterra- han realizado labor en el medio. Armando como director y productor de cine publicitario y su hermana como actriz (El fin del juego).
Para el papel de María la más segura entre las cinco finalistas era Andrea Baksay. También de 18 años, de hermoso rostro y agraciada figura, estudiará teatro en la Universidad de Chile.