La música en las películas de Chile Films

Cuando pensamos en la historia del cine chileno aparecen en nuestra mente algunas películas icónicas, directores importantes, actores y actrices célebres pero pocas veces pensamos en la importancia que ha tenido la música en estas producciones. Sin embargo, desde muy temprano, lo musical ha hecho parte del cine chileno tanto con interpretaciones en vivo en diálogo con la imagen durante el cine temprano (paradójicamente llamado silente), como con grabaciones sincrónicas con la llegada del sonoro.

Luego de un largo periodo de pruebas y transición, la tecnología de sonido óptico fue la que finalmente se impuso en la producción cinematográfica a nivel mundial. En Chile, esta tecnología tardó en ser asimilada y la década de 1930 fue un momento de crisis para la producción local. A pesar de algunos hitos aislados como el estreno de Norte y sur, de Jorge Délano en 1934 o incluso algunos años antes cuando Juan Pérez Berrocal filma Canción de amor (1930) con música sincronizada por discos, la producción cinematográfica nacional despega recién a fines de esa década. 

En el año 1939 se estrenan tres cintas que echarán a andar la producción relativamente sostenida de películas sonoras. Entre ellas destaca El hechizo del trigal (Eugenio de Liguoro, 1939) la primera producción local en que se recurre a un compositor. Próspero Bisquertt venía del mundo de la música docta y cuando se le encargó la música de esta película, situada principalmente en el mundo rural, escribió algunas canciones y piezas instrumentales que tomaban elementos de los géneros folklóricos más típicos del campo chileno como la tonada y la cueca, pero reinterpretadas en un formato sinfónico en que las guitarras eran reemplazadas por arpa y la voz adquiría la sofisticación del canto lírico.

Audio: “Lo que guarda mi corazón” de Próspero Bisquertt para El hechizo del trigal (1939)

Próspero Bisquertt

Pero el estilo que proponía Bisquertt fue más bien una excepción, pues la mayoría de los compositores que se vincula a la producción fílmica chilena venían del campo de la música popular. Eran autores de canciones para cantantes populares y de raíz folklórica, tenían sus propios conjuntos, trabajaban en radio, como arregladores, orquestadores e intérpretes y desde ese universo llegan al cine. Destacan nombres como Fernando Lecaros, Donato Román Heitman, Luis Martínez Serrano o Vicente Bianchi.

Extracto de nota de prensa titulada: Las películas chilenas y su aspecto musical
Ecran 603 – 8 de agosto de 1942, p.14.

El estilo que van a desarrollar estos compositores está muy ligado al cine mexicano que se había convertido ya en una referencia importante para muchos realizadores en que, tal como en los musicales hollywoodenses, las canciones interpretadas en pantalla se llevaban el protagonismo. A veces la música de fondo podía ser mínima pero el canto recibía muchísima atención y por lo mismo se convocaba a cantantes célebres para interpretarlas aún cuando sus números musicales no tuvieran mucha conexión con la trama de las cintas.

En 1943, la revista Ecran realizó una encuesta para nominar las mejores películas, directores, actores, actrices y compositor. La inclusión de la última categoría revela que este rol era valorado por la comunidad cinematográfica y confirma la popularidad de ciertos compositores. En ese momento, la filmografía de los nominados era muy reducida pero todos eran conocidos también por su carrera musical más ampliamente. La siguiente tabla muestra a los compositores que recibieron más votos y su respectiva filmografía.

CompositorFilmografía
Fernado LecarosUn hombre de la calle (Eugenio de Liguoro, 1942)
Luis Martínez SerranoEscándalo (Jorge Délano, 1940), La chica del crillón (Jorge Délano, 1941), Verdejo gasta un millón (Eugenio de Liguoro, 1941), Verdejo gobierna en Villaflor (Pablo Petrowitsch, 1942).
Vicente BianchiAmanecer de esperanzas (Miguel Frank, 1941), Nada más que amor (Patricio Kaulen, 1942)
Donato Román HeitmanDos corazones y una tonada (Carlos García Huidrobro, 1939), Bar Antofagasta (Carlos García Huidobro, 1942)
Luis Aguirre PintoHombres del sur (Juan Pérez Berrocal, 1939), Barrio azul (René Olivares, 1941), El último día de invierno (René Olivares, 1942)

Compositores más votados y sus películas.

La década de 1940 marcó un momento de apogeo para el cine chileno. Parecía quedar atrás el complejo periodo marcado por la llegada del cine sonoro y las dificultades de los realizadores locales para adecuarse a este nuevo modelo. Dentro de los proyectos surgidos, la empresa estatal Chile Films se convirtió en la promesa de industrialización e internacionalización que vendría a consolidar la producción de cine chileno.

A pesar de su popularidad y cierta experiencia en el cine, Chile Films no contrató a ninguno de los compositores antes mencionados, posiblemente porque su estilo estaba fuertemente marcado por la música popular y de raíz folklórica mientras que la compañía tenía una visión diferente en términos estético-musicales. Para poder comprender esta posición resulta necesario revisar las decisiones de Chile Films. 

En julio de 1943, cuando aún la empresa no había estrenado su primera película, Ecran anunciaba que el compositor Nicanor Molinare había firmado un contrato de exclusividad con la empresa. Molinare era un autor de música popular muy ligado al mundo de la Música típica pero que no había escrito música para cine. Sin embargo, su canción “Chiu Chiu”, había sido incluida en el musical hollywoodense You Were Never Lovelier (William Seiter, 1942) interpretada por el famosísimo Xavier Cugat y su orquesta. El éxito de la canción explica en parte que lo hayan contratado pues se producía así un vínculo simbólico con Hollywood que era la referencia principal para Chile Films.

Ecran 650, 6 de julio de 1943, p 16.

Nicanor Molinare

Pero, para su primera producción que fue Romance de medio siglo (Luis Moglia Barth, 1944), la empresa no concretó el acuerdo con Molinare sino que reclutó a Próspero Bisquertt, que venía del mundo docto y había escrito la música de El hechizo del trigal. Esta decisión revela la preferencia por un compositor clásico que pudiera escribir en un lenguaje musical más cercano al del modelo de acompañamiento de Hollywood que se caracteriza por el predominio de la orquesta sinfónica, el uso de leitmotivs, temas que se van desarrollando durante la película y una serie de estrategias para narrar con la música. Bisquertt escribió una partitura donde desplegó su estilo sinfónico pero esta vez prácticamente sin referencias a músicas locales. 

Audio: Obertura de Romance de medio siglo por Próspero Bisquertt

Luego de Romance de medio siglo, que recibió críticas en su mayoria negativas, Chile Films decidió no contratar a un compositor para su próxima película Amarga verdad (Carlos Borcosque, 1945) sino que utilizaron una compilación de grabaciones preexistentes: eran fragmentos de piezas de Tchaikovsky, Mozart y Schubert entre otros. Esto causó una profunda molestia en el medio musical. El Sindicato de Músicos y Compositores se quejó públicamente de la decisión y enviaron un reclamo a las compañias cinematográficas invitándolas a evitar el uso de grabaciones preexistentes y favorecer el trabajo de los compositores locales.

Para la tercera producción, La casa está vacía (Carlos Schlieper, 1945), la empresa reclutó al compositor de origen alemán nacionalizado chileno Hans Helfritz que continuó el modelo sinfónico iniciado por Bisquertt. Así, se aprecia que éste es el estilo que Chile Films está buscando promover. Sin embargo, al igual que Bisquertt, Helfritz no sigue trabajando en la empresa. De hecho, llama la atención que en la película aparece acreditado como Helmut Hellfritz, casi como si no quisiera que su nombre quedara vinculado con la producción.

Audio: Obertura de La casa está vacía por Hans Helfritz

El acuerdo con Nicanor Molinare se va a materiar recién en la cuarta película de Chile Films: El padre Pitillo (Roberto De Ribón, 1946) en la que junto con la música, el compositor tuvo también un pequeño rol como actor. En paralelo, la compañía contrató al director argentino Carlos Hugo Christensen para producir la próxima película de la empresa, que sería La dama de la muerte

Christensen sumó al proyecto al compositor George Andreani, que había escrito la música de todas sus películas hasta entonces. Al momento de su contratación en Chile, Andreani había trabajado en más de 40 películas, una veintena en Checoslovaquia y una cantidad similar en Buenos Aires, principalmente para el sello Lumiton.  Mientras, los compositores chilenos más relevantes en el medio habían hecho música para cuatro o cinco películas, Andreani aparecía como una persona muy experimentada en el rubro y seguramente Chile Films vio en él la posibilidad de profesionalizar la música de sus producciones.

George Andreani en Chile, 1947

La partitura que escribe Andreani para La dama de la muerte es una gran demostración de sus habilidades como un compositor de cine que domina plenamente las convenciones del estilo hollywoodense. Es una música muy codificada que utiliza temas y recursos diversos para guiar a la audiencia y orientar su atención y su interpretación. Como fue su primer trabajo para Chile Films parece ser que trató de demostrar todas sus habilidades. Dado que Argentina en esos años vivía una crisis importante en la producción fílmica es lógico que Andreani estuviera en búsqueda de oportunidades de trabajo en Chile.

Como era habitual en su música para cine, la partitura de La dama de la muerte estaba escrita para orquesta sinfónica con predominancia de las cuerdas y cubría más del 40% de la duración de la película, lo que da luces de un trabajo que busca posicionar lo musical en un plano principal. Pero más allá de la cantidad de música lo que resalta es el alto grado de sincronización. Es una partitura que está dialogando con la imagen en todo momento, siguiendo acciones, reforzando movimientos, enfatizando emociones, puntuando las escenas y creando estados de ánimo que permean toda la película. El compositor escribe piezas que representan a personajes específicos y sentimientos relacionados con ellos. Hay un trabajo elaborado a nivel musical para poder guiar a la audiencia, recordándoles la narrativa, los personajes y situaciones a lo largo de la cinta.

Audio: Tema de La dama de la muerte, por George Andreani

En un comienzo, la cuestión musical en Chile Films se trató de una forma bastante errática, como se aprecia en esta tabla, contratando a diferentes compositores para cada producción e incluso usando música preexistente. La contratación de Andreani vino a cambiar esta situación produciendo continuidad en términos musicales para la compañía y definiendo un estilo muy claro. Si bien esto duró poco tiempo porque la empresa tuvo serios problemas económicos, es evidente que había una intención de que Andreani fuera el compositor estable de la empresa. 

PelículaDirectorCompositorEstreno
Romance del medio sigloLuis Moglia BarthPróspero Bisquertt9 octubre 1944
Amarga verdadCarlos BorcosqueCompilación19 febrero 1945
La casa está vacíaCarlos SchlieperHans Helfritz2 julio 1945
El padre PitilloRoberto de RibónNicanor Molinare12 febrero 1946
La dama de la muerteCarlos H. ChristensenGeorge Andreani4 junio 1946
El diamante del MaharajaRoberto de RibónGeorge Andreani17 septiembre 1946
El hombre que se llevaronJorge DélanoGeorge Andreani26 noviembre 1946
La dama de las cameliasJosé BohrGeorge Andreaniy Carlos Llanos14 enero 1947
El último guapoMario LugonesGeorge Andreani15 abril 1947

Películas producidas por Chile Films.

Cuando aún no se estrenaba La dama de la muerte, ya se anunciaba que Andreani escribiría la música para Encrucijada (Patricio Kaulen, 1947), una cinta que no formaba parte de las producciones de Chile Films, lo que da luces del buen recibimiento que el compositor tuvo en el medio local. Posteriormente, Chile Films le encarga escribir la música de El diamante del Maharaja (Roberto de Ribón, 1946) protagonizada por el famoso cómico argentino Luis Sandrini. Aquí, Andreani hace uso de los clichés del exotismo musical para esta extraña comedia situada en un lejano oriente. Ese mismo año compuso la partitura de Tormenta en el alma (Adelqui Millar, 1946), una coproducción chileno-argentina. Su carrera se veía promisoria en el cine chileno y hacia fines de 1946, Chile Films estrena otra película con música suya: El hombre que se llevaron, un thriller dirigido por el cineasta chileno Jorge Délano.

El estilo de esta última se acerca mucho a lo que Andreani desarrolló en La dama de la muerte, es decir temas para los personajes y situaciones más relevantes, piezas que provocan y subrayan ciertos estados de ánimo y una presencia importante de la música a lo largo de toda la cinta como guía de la narración.

Audio: Obertura de El hombre que se llevaron, por George Andreani

Créditos de El hombre que se llevaron

Junto con esto, Andreani utiliza en sus composiciones dos efectos musicales característicos del modelo hollywoodense: el stinger y el mickeymousing. El stinger es un acorde fuerte o también un motivo breve que se utiliza para acentuar una acción determinada y dirigir la atención, mientras que el mickeymousing es la técnica mediante la cual la música imita las acciones y movimientos como suele ocurrir en los antiguos dibujos animados como las animaciones del ratón Mickey, por eso su nombre.

Poco tiempo después, Chile Films estrena una de las películas más recordadas de aquellos años: La dama de las camelias (José Bohr, 1947) protagonizada por la célebre actriz Ana González, más conocida como La Desideria. Allí, Andreani compone las canciones de la cinta, una tarea en la que tenía muchísimo oficio, no tanto por su trabajo en Argentina sino por su experiencia en el cine checoslovaco de los años 30. Allí, las canciones populares tuvieron un rol protagónico en muchas de las producciones, así como una vida fuera del cine materializada en partituras y grabaciones. Más de cincuenta canciones en ritmos de vals, tango, marcha o foxtrot fueron compuestas por Josef Kumok, el verdadero nombre de Andreani antes de radicarse en Buenos Aires en 1937. Kumok era de origen judío y ante la amenaza del nazismo decide migrar a Argentina donde ya vivía parte de su familia. A su llegada, para evitar confusiones con su hermano Herman Kumok, también compositor y director de orquesta, decide utilizar el seudónimo de George Andreani.

Audio: Ana González canta “Desde lo alto de mi escalinata”, compuesta por George Andreani para La dama de las camelias.

Meses después del estreno de La dama de las camelias, llega a los cines El último guapo (Mario Lugones, 1947) protagonizada por el célebre actor cómico Lucho Córdoba. Para esta comedia, el compositor hace nuevamente gala de su dominio del género escribiendo un gran número de melodías breves que van subrayando las acciones de los personajes en un tono muy cómico. 

Audio: Tema de Hércules, de George Andreani para El último guapo

Andreani se posicionó en el medio fílmico chileno apoyándose en las convenciones desarrolladas por el modelo musical hollywoodense. Esto significó también un alejamiento respecto a otras cintas chilenas del periodo que privilegiaban las canciones y el arraigo local a través de músicas de raíz folklórica.

Con El último guapo finaliza el trabajo de Andreani en Chile. La crisis de Chile Films en 1947 marcó su partida y el declive de la empresa que no volvería a realizar producciones propias sino solamente algunas coproducciones con resultados no muy positivos. Andreani continuó trabajando en Buenos Aires y se consolidó como el único compositor del sello Lumiton en Buenos Aires hasta su quiebra de 1951. Aunque su participación en el cine chileno fue muy acotada, su trabajo resulta clave para comprender de mejor manera el proyecto industrial de Chile Films y cuáles fueron sus búsquedas en términos musicales.


* Martín Farías es musicólogo, doctor en Música por la Universidad de Edimburgo y Máster en Documental Creativo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Su investigación se centra en los vínculos de la música con el cine y el teatro con énfasis en aspectos de identidad y política.

Este artículo hace parte del libro Identidad y política en la música del cine chileno 1939-1973, que puedes descargar en forma gratuita en este enlace.