«Julio» en Cannes. No pasó nada
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  • Periodistas y críticos asistentes al Festival Internacional de Cine opinaron sobre el filme. “Muy lindo el sepia”, dijo un profesor de la U de Illinois.

Desde Cannes.

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En las cuatro exhibiciones de Julio comienza en julio, no se sintieron las mismas risas ni reacciones que en Santiago. El público permanecía serio, y sólo hubo respuesta audible, de los espectadores en la escena final de Maturana (José Manuel Salcedo). Y, sobre todo, en el momento en que se derrama el vino al poner sus alforjas sobre el caballo.

Este fenómeno fue constante, y el clima de la sala, en general, frío.

Hubo quienes se retiraron antes del fin de la proyección; a media hora; Penélope Houston, directora de la revista especializada inglesa Sight and Sound, y John Gillet, crítico de la misma publicación. Ella quiso explicar por qué no le había agradado y, diplomáticamente, alegó cansancio y no podía opinar. Edwin Jahiel, profesor de la Universidad de Illinois, emergió momentos más tarde.

-Muy lindo el sepia-dijo.

Mónica Gabler, programadora del festival de Rotterdam en Holanda, opinó media hora más tarde:

-Me pareció que la película no decía nada y, si no me quedé hasta el final, fue simplemente porque no me interesó.

Entre la mayoría –aquellos que vieron el filme completo- las opiniones estuvieron más divididas; para el italiano Lino Mecieche, presidente del Fipresi (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) y director del Festival de Pesaro, era “una película muy interesante como retrato de una burguesía agraria llena de sugerencias”. En cambio para Marcel Martíl –director de la revista Ecran 79 y autor de varios libros sobre cine-, el filme no es muy interesante.

Para el crítico  israelí, Dan Fainaru, “era una película de factura muy cuidada; pero le parecía que “Caiozzi había visto demasiado cine, desde Fellini hasta Solás”. Más que todo -concluyó- “es un filme que constantemente huye de su propia historia”.

Una periodista de un diario financiero parisiense, simplemente comentó que había dormido las dos horas, y se sentía muy descansada después de la experiencia. En cambio Cecilia Chapman, profesora de Costa de Marfil expresó: “A mí me gustó, aunque sentí que muchas veces la trama se disgregaba más de la cuenta”. A Emanuelle Sarasino, médico francés, le impresionó “la calidad de las imágenes”. Agregó: ”Me interesa como descripción de una clase social, aunque la intriga misma no es muy apasionante”.

Ron Halloway, crítico norteamericano y autor de Más allá de la Imagen, libro sobre el sentido religioso en el cine contemporáneo, explicó que la película “es como un cuento que no da para novela. Se repite demasiado, y carece de corazón o pasión”.

El juicio más favorable fue de José Carlos Avelar, crítico del Jornal do Brasil. Dijo:

-Me gustó mucho. Sobre todo la primera parte, con su muy buena pintura del ambiente. El posterior desarrollo de la relación entre padre e hijo, me pareció menos logrado.