Ignacio Agüero: «Lo cinematográfico es algo de lo cual no se puede hablar, porque no hay palabras para describir lo que es lo cinematográfico»
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Conversamos con el destacado realizador Ignacio Agüero a propósito del estreno de Como me da la gana II que está llegando a todo Chile a través del programa MiraDoc durante el mes de junio.

 Cómo me da la gana es una película que hiciste a mediados de los 80, es una obra muy interesante para quienes nos interesa el cine chileno y para cualquiera que quiera saber en qué estaba Chile en esa época. ¿Qué tenías en mente en ese momento? ¿Por qué te parecía importante hablar con los realizadores que estaban haciendo cine en ese momento?

– Yo tenía ganas de hablar con los directores que había en ese momento filmando, que eran muy pocos, porque yo estaba un poco perdido, y no sabía qué hacer. Había hecho No Olvidar, una película sobre los crímenes de Lonquén, y después de haberla hecho tuve la posibilidad de transformarme en un “cineasta de los Derechos Humanos”, tuve muchas ofertas de ese tipo o requerimientos para hacer ese tipo de proyectos, y yo no quise no quise ser un cineasta especializado. Entonces me plantee la pregunta de ¿Qué hago ahora? Y esa pregunta la transformé en una película. Cómo me da la gana es la pregunta de qué hacer.

Qué hace un realizador en esos tiempos y contextos

– Claro, entonces fui e interrumpí los rodajes de mis colegas. Se me ocurrió esa forma como propuesta cinematográfica

Una cosa que es interesante en Cómo me da la gana es que nos permite conocer un panorama de cine chileno que era muy distinto. No habían escuelas de cine. La camaradería se daba en el hacer. Algunos de ustedes habían pasado por carreras de cine o otros se habían formado en publicidad o en periodismo, venían de distintos lados. Además no había la certeza de que la película que se estaba filmando se iba a llegar a estrenar, y de hecho varias de esas películas en las que tu irrumpes en Cómo me da la gana no llegaron a cartelera.

– No existía nada. No había donde conseguir fondos, donde presentar un proyecto, donde exhibirla, no había nada

Entonces la pregunta sobre ¿Por qué hacer cine? es mucho más radical en ese momento que hoy día.

– Por supuesto que lo era. Porque hacer cine en ese tiempo era de todas maneras resistencia. Hacer la película, fuera como fuera. Era una situación completamente distinta y por eso esa película y esta son películas totalmente distintas y completamente independientes, aunque la segunda tiene la referencia de la primera.

La metodología, por decirlo de alguna manera.

– Le copia el asalto a los rodajes para hablar de otra cosas, ¿Qué es lo que me estaba interesando en ese momento que fue cuando hice la película?, ¿Dónde está lo propiamente cinematográfico en las películas que se hace?

Esa es la pregunta que te moviliza ahora, en la anterior era ¿Qué hace un cineasta?

– Claro, la primera tenía que ver con existir. Cómo existo como cineasta. Por lo tanto era una pregunta extra cinematográfica. Ahora son preguntas inter cinematográficas, van al meollo de lo que es el cine.

Además un grupo muy amplio de gente, o sea está desde Alicia Scherson hasta Pablo Larraín. Varias de estas películas ya fueron estrenadas como Neruda, Vida de Familia…

El viento sabe que vuelvo a casa de Torres Leiva

Aunque ahí hay una trampa porque El viento sabe que vuelvo a casa tu eres parte de la producción, eres el protagonista de esa película.

– Si, pero eso no es ninguna trampa, es un trabajo.

Ahí también hay una cosa que es interesante, que no es solamente que cambió el cine chileno, en el proceso también cambió Ignacio Agüero que no es la misma persona que hace las preguntas en el ‘85 que la que las hace en el 2015. No estoy pensando solamente en lo que a uno le pasa en 30 años, sino desde el lugar en el que se pregunta, desde una experiencia cinematográfica y de un reconocimiento a tu trabajo y a tu carrera en distintos contextos, así cambia también acercamiento y tu pregunta.

– Bueno yo creo que fíjate esa pregunta ha estado siempre

¿Qué es lo cinematográfico?

– Claro, yo siempre creo haber filmado desde esa pregunta. Es lo que me lleva a hacer las películas de un modo determinado y siempre buscando la forma más que contar una historia. Darme una vuelta en torno a una obsesión o alguna pregunta y explorarla… siempre he tenido eso en las películas.

Igual hay historia en tus películas

– Finalmente siempre hay una historia, pero no es el propósito. Ninguna de mis películas sigue una línea narrativa muy clara.

 Y para ti ¿Eso es lo cinematográfico?

– No, no es exactamente eso, pero es algo que a mí me interesa y me permite salirme de la esclavitud de contar una historia.

 ¿Cómo llegaste a este nombre Cómo me da la gana?

– “Como me da la gana” es el nombre de una canción cubana, de la que no he logrado saber el autor.

Pero uno puede entender la relación de «Cómo me da la gana» con la película de los ochentas, como una declaración de principios: hago cine porque hago cine, o sea como me da la gana, voy y resisto de alguna manera

– No sé si tiene algo que ver, pero yo filmé a Pancho Vargas, en los años 80, que hacía su película sobre el cantante Lucho Aranguiz, y él cantó esa canción en el rodaje y quedó en la película y es lo que le da el nombre.

Cómo me da la gana del ‘85, era de alguna manera tu generación, y Cómo me da la gana II es la generación que hoy en día está, en su mayoría, en los 40 y pocos como Pablo Larraín, Alicia Scherson, Cristián Jiménez, José Luis Torres Leiva, Marialy Rivas … ¿Qué te produce a ti el cine de esta generación?

– Creo que hay un cine chileno muy interesante hoy día, encuentro que hay películas muy buenas entre las películas que ellos hacen. Es increíble la cantidad de películas y de temas que hay.

¿Qué te pareció novedoso en este nuevo irrumpir en las filmaciones? ¿Hubo algo que no esperabas encontrarte en el ejercicio de hacer la película?

– No, nada la verdad

¿Era todo lo que esperabas?

– Si. Cuando uno va un rodaje no ocurre nada que uno no espere ver. Pero el asunto no es ese, sino que es la conversación con el cineasta, y el hecho de interrumpir un rodaje.

Ellos sabían que tu ibas

– Estaba acordado, por supuesto, y ellos me esperaban. Pero de todas maneras ellos estaban filmando, estaban trabajando, viviendo la tensión de cumplir un plan de rodaje diario. Y llego yo… de algún modo soy alguien molestoso que llega a interrumpir. Pero no puede ser sino de esa manera, ir al lugar de los hechos, lugar donde se cocina el cine, donde se hace. Ese es el lugar indicado para hablar de cine.

¿Y qué es lo cinematográfico para ti?

– Lo cinematográfico es algo de lo cual, no se puede hablar, porque no hay palabras para describir lo que es lo cinematográfico. Porque lo cinematográfico es propio del cine y de la lengua de las imágenes y acontece en la pantalla cuando las imágenes dejan de tener una función de representación. Cuando dejan de ser útiles a un requerimiento de contar cosas, cuando se liberan de eso y tienen una existencia autónoma, ahí ocurre lo cinematográfico.

¿Y puede existir lo cinematográfico fuera del cine? Estoy pensando en las series, por ejemplo.

– No, no. Bueno puede haber situaciones y momentos e imágenes, por supuesto que sí, pero las series están fuera de lo que es el cine.

Interesante, pensando que hay tantos buenos directores de cine haciendo series, pero tú dices que es el formato lo que le quita lo cinematográfico.

– Si, yo creo que sí.

O más bien estas en la línea de que el cine sólo sucede en las salas.

– No, respecto a eso me da lo mismo.

Donde la gente vea películas

– Si

 O sea, lo cinematográfico no necesariamente ocurre en una sala de cine.

– Bueno yo creo que si ocurre ahí. Es que la experiencia de un par de ojos y un cerebro frente a una pantalla es única. Aunque este rodeado de gente se está en una soledad individual e íntimamente en conexión con un autor. Está todo tu ser concentrado en esa imagen y en ese trabajo que está haciendo esa persona. Fuera de la sala de cine, todo es muy distinto. Frente a la pantalla de televisión no hay ese diálogo con el autor, no hay concentración. Es como ver películas en una pantalla en un computador, es como leer libros en una discoteque.

Ahora me pregunto si lo cinematográfico que tu describes, ocurre únicamente en la pantalla o requiere un espectador que cree esta función.

– Si, por supuesto.

O sea ocurre en este diálogo, entre el espectador abierto y lo que se le ofrece

– Por supuesto, ahí es donde ocurre, ocurre en el momento de la percepción, en la conexión, porque un espectador se transforma también en un realizador en el momento de ver una buena película.

Y va con su propia interioridad, su propia experiencia, con el humor de ese día.

– Si, Cómo me da la Gana 2 invita a los espectadores a ser directores de cine durante la función.

Y los directores con los que hablaste ¿Eran conscientes de lo cinematográfico?

– Yo creo que más después de la pregunta que antes de ella.