Cuando ni siquiera ha comenzado a rodarse, el largometraje chileno Estoy en dicom ya enfrenta su primera polémica. Se trata de la demanda interpuesta por la empresa Equifax, ex Dicom S. A., por la denominación en Internet del film.
La empresa dueña del boletín comercial aduce que la película al utilizar el nombre Dicom infringe los principios de la competencia leal y de la ética mercantil. Por su parte, el equipo técnico del largometraje se defiende señalando que el título de la película no tiene mala intención y que se utilizó por considerarse una expresión propia de nuestro país.
Ante la acción legal, el director de la cinta Osvaldo Oyarce anunció que “daremos la pelea para poder mantener nuestro nombre", ya que el proyecto no es sólo de ellos, sino "de todas las personas que han aportado sus luquitas y lo han asumido como suyo también", sentenció.
Estoy en dicom contempla comenzar el rodaje en abril próximo. La película realizó una masiva campaña de recolección de fondos para financiar la realización del proyecto a cambio de que los donantes aparezcan en los créditos como financistas del film.