Entrevista Carolina Moscoso y Macarena Aguiló, directora y productora de Visión Nocturna
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Conversamos con Carolina Moscoso, directora del documental Visión nocturna y con su productora, la también documentalista, Macarena Aguiló, sobre el estreno en plataformas de esta película, la relevancia de exponer la violencia sexual y el poder del documental para dialogar al respecto.

Visión nocturna alcanzó a tener un interesante paso por festivales, llegando incluso a ganar un premio muy importante en el Festival de cine de Marsella. Así que parto preguntando por cómo evalúan este recorrido que ha tenido la película, antes de su estreno comercial.

Macarena Aguiló (MA): Efectivamente, estrenamos en octubre del año pasado en Ficvaldivia, justo una semana antes del 18 de octubre. Estábamos recién terminando la película, así que, también estábamos viendo por primera vez todo lo que iba a pasar con ella. Salimos de ahí muy contentas porque la película conectó muy bien y obtuvo el premio del jurado en la competencia nacional. Luego del 18 de octubre, se transformó el escenario, y también nuestra relación con la película; de ser un documental que había estado durante mucho tiempo en un proceso de realización cuidadoso y cerrado – para respetar su creación- salimos afuera en todo sentido. A partir del 18 de octubre, realmente se activó el tema de la película -que es la violencia de género contado en primera persona- algo que no habíamos sospechado que iba a ocurrir. La propia revuelta tuvo un importante protagonismo feminista y después se generó la performance de Las Tesis, lo que agarró un vuelo insospechado. Entonces nos sumergimos en la idea de que la película debía entrar en eso orgánicamente, por lo que decidimos estrenar en marzo para que también se vinculara a los diálogos, a las reflexiones y a todo lo que estaba pasando en ese momento. Pusimos todas las fichas para sacar la película el 12 de marzo y, por la pandemia, sólo pudimos estar en cartelera cuatro días. Entonces ahora estamos en este nuevo intento de conectarnos a través de las nuevas plataformas.

Son momentos súper difíciles y exigentes, además de todo esto que tú describes, cruzado por la pandemia, por la reclusión y por la necesidad de estar guardado. Lamentablemente la violencia de género y los femicidios son una pandemia que las mujeres venimos viviendo desde hace siglos y que ha quedado aún más en evidencia en estas circunstancias. Incluso algunas feministas usan el término “Feminicidio”, explicando que se trata de un genocidio a un grupo particular de la población que está expuesta a la violencia de manera particular ¿Cómo sientes que tu película puede aportar al diálogo y visibilización de esta brutal realidad que vivimos como mujeres?

Carolina Moscoso (CM): Tomándome justamente de lo que dices sobre la diferencia entre femicidio y feminicidio: el feminicidio es cuando hay participación del estado u otras instituciones además de quien comete la acción, por ejemplo: este tipo X mató a una chica, pero detrás de él existe una impunidad de parte del estado; todo un sistema de pobreza, poca educación y en fin, un montón de factores que influyen y por eso ahora se trata de hablar sobre “feminicidio”, para entender que no es un problema aislado de una persona que se “enfermó” y se puso violento. Lo peor que se puede hacer es patologizar el asunto. Visión nocturna aporta en entender la relación entre este mundo interno y este mundo Estatal/Judicial patriarcal, y cómo estas cosas se van mezclando y no van aisladas. Esta violencia patriarcal de la que hablamos, la película, de alguna manera, la grafíca en una experiencia concreta y mucha gente me ha dicho que es muy didáctica. Frente a esa típica pregunta “¿por qué te demoraste tanto en denunciar? esta película -de alguna manera- explica en el cuerpo de alguien cómo afecta la violencia patriarcal directamente en la cotidianidad. Ahora, yo creo que hay otro aporte, que es desde la esperanza; a mucha gente también le ha llegado la película desde ese sentido, de pensar: “de alguna forma hemos sido felices en medio de toda esta mierda”, ha existido vida en esto.

Y ser feliz es una forma de resistencia

CM: Ser feliz, el humor. Es una película donde en medio de este gran drama, te puedes relajar y reír a momentos, y ves a alguien que siguió viviendo y filmando y creando, etc. En ese sentido, yo creo que por un lado aporta en graficar la violencia pero, por otro, también es dar unos espacios de salida a ese lugar que está entre lo íntimo y lo público.

Me parece muy interesante este salto desde reconocerse víctima y pensarse sobreviviente; hay muchos testimonios de mujeres que han sido víctimas de violación y que no han querido denunciar públicamente porque “no quiero vivir con ese estigma para siempre” y en la película tú haces un camino muy potente que implica dar cuenta del caos, del dolor que genera esta situación, incluso, de la inmovilidad, para luego decir “bueno, me hago cargo desde las herramientas que tengo y me muevo desde ese lugar”. Ustedes han hecho un montón de foros, en distintos contextos, con distintas audiencias ¿Cómo sienten que ha sido la recepción de esto que comentamos? 

MA: Yo creo que, aunque estos espacios virtuales no son lo ideal, igual hemos logrado conversar y generar espacios de reflexión a través de la pantalla y que han sido muy bonitos. Por ejemplo, el día del estreno online pudimos tener un conversatorio con todo el equipo realizador, que es realmente inédito porque todos nos conectamos desde distintos lugares del mundo, entonces poder conversar sobre el proceso de la película, de cómo se hizo, cómo cada uno fue procesando e integrando lo que había hecho en esta conversación entre todos, es algo que nos ha permitido este espacio, esta nueva realidad en la que estamos. Conversar sobre la película es lo que más queremos; activar diálogos sobre lo que propone la película en ese sentido, las posibilidades que da a esta discusión de antaño en el feminismo sobre lo íntimo y lo público, el problema de cómo lo íntimo también es político y, por lo tanto, la autobiografía o el cine en primera persona que finalmente también es colectivo y sobre todas esas dinámicas que hoy están en cuestión. Entonces, la película es un gran aporte, justamente para hablar desde lo sensible, desde esas experiencias que conectan directamente con entender por qué pasa algo y que no es solamente un discurso vacío. 

Claro, finalmente es el poder del cine y el poder de que sea una mujer cineasta quien nos está contando esta historia y quien nos permite entrar, efectivamente nos metemos desde otros lugares. Entendiendo que la gente va a ver la película desde su casa, ¿Cuáles serían tus recomendaciones, para quien quiera sentarse a ver Visión nocturna?

CM: Primero, hay que tenerle menos miedo a este documental. He escuchado a mucha gente que le da nervios solo por el tema y eso que estamos todo el día rodeados de estas noticias, entonces creo que es bueno meterse a este tema desde otro lugar, fuera de la espectacularidad del femicidio y feminicidio que genera la prensa con su rol pornográfico en la cobertura escandalosa de la violencia de género, convirtiéndolo en un show mediático muy fuerte. Entonces, respecto al estado anímico, digo: “sáquense ese miedo a meterse en temáticas profundas”. Lo digo desde alguien a quien también le puede gustar ver algo “más livianito”, pero esta película tiene esa capa; es decir, puedes pasar por ahí, reírte y olvidar un poco, pero también hay una reflexión más profunda y sin imposición. Entonces creo que es una buena manera de procesar todas estas noticias que estamos viendo últimamente. Hay que movilizar esas emociones. Para mí una de las grandes cosas que tiene la película es hablar del dolor y del sufrimiento, porque siento que hablamos demasiado poco de eso y todas sufrimos, a todas nos duelen cosas, a todas nos pasan cosas. Entonces, lo mejor que le puedo decir a alguien para enfrentar el dolor y el sufrimiento es- nada más y nada menos- que tenga a mano una copa de vino, una piscola o algo así, porque creo que es rico verla con algún trago o estimulante y dejarse llevar por una narración no lineal, porque la película es un viaje emocional, entonces todo lo que abra tus emociones sirve mucho para ver la película.

A pesar de ser una película que propone otro tipo de narración, es súper comprensible. Y para mí eso fue un desafío, el tratar de comunicarme con mucha gente, pero a la vez, proponerles otra forma de mirar, porque también es importante preguntarse por las formas de lenguaje como un gesto feminista; sobre el problema de las narraciones en cuanto a los tipos de enemigos, los tipos de finales, los tipos de venganza -todo eso lo han inventado en las narraciones masculinas o patriarcales en este tiempo- los tipos de fuerzas que se van oponiendo, la causa y efecto, todas estas cosas que vienen de estas culturas y que en Visión nocturna yo traté de construir una manera en la que no estuviéramos hablando con el mismo lenguaje del patriarcado, en ese sentido también hay una propuesta.