Entrevista a Raúl Camargo

¿Cómo sientes que ha ido evolucionando la relación del público con el festival?

Patricio Guzmán, que es el presidente y fundador de Fidocs, señaló que crear un público de documental es lento, y crear un público de documental en un país dominado por pantallas mercantiles es más lento aún. A pesar de eso, ha aumentado exponencialmente la cantidad de público, y en eso tiene mucho que ver la llegada a la dirección del festival de Gonzalo Maza. Él partió haciendo el diario a Fidocs y ayudando en sala, porque siempre le gustó el tema documental, y así se fue acercando. Cuando Patricio decide delegar la dirección, Gonzalo era el sucesor lógico. Y generó una visión del festival enfocada en generar un encuentro con el otro. La idea del abono por ejemplo. El público del festival no compra una entrada individual porque entiende que es mucho mejor tener un abono que le permite ver todas las películas del festival (a excepción este año de la de Herzog en 3D).

¿Qué esperan que pase con el público este año?

Lo bueno del documental es que no deja indemne al espectador, son películas que dan para buenas conversaciones posteriores. Y justamente estar en el centro de  Santiago, donde está lleno de bares y cafés para conversar después es una gracia. O bibliotecas donde se puede ir a leer un libro de las ediciones que está haciendo el festival que permiten extender esa conversación. El Fidocs permite un encuentro entre el público y los cineastas que están presentes, los de la competencia Latinoamericana, los de las retrospectivas y focos, y los propios participantes de la competencia chilena. De esta manera se va generando un movimiento documental, un ansia por ver películas y un afán de conversarlas con los realizadores. No se generan estas actividades cerradas sino que el público participar y eso es lo bueno que tiene Fidocs, produce una comunidad audiovisual donde no hay barreras entre el público y los cineastas.

Lo que hace Fidocs, aparte de tener estrenos mundiales y presentar lo mejor del cine documental chileno, es que tiene lo mejor del cine documental del último año  o de los últimos dos años. Ahí la ventaja de que aparte de Gonzalo Maza, esté Patricio Guzmán como presidente. Finalmente basta una llamada de él a otros directores de documental y les dice “quiero tu película” y todo este tema de las grandes distribuidoras y los agentes de ventas  se borran al momento de tener una eminencia como Guzmán solicitando un film. Entonces esa posibilidad de programación permite que Fidocs ataque ciertos temas. No es que los ponga en debate porque ya están, pero potencia el debate y genera conversación. 

Contemos sobre las novedades de esta versión, podemos partir por Herzog, director que llega con un documental en 3D donde se sumerge en una cueva con inscripciones prehistóricas…

Una joya. La idea de un festival es tener películas a descubrir pero se apuntalan con los grandes nombres, en este caso Herzog. La ligazón de Herzog con Fidocs viene de antes, se hizo una muestra completísima de todos sus documentales hace dos años en el Goethe, otro de los socios fundamentales de nuestro festival. A él, solo por ser él, se le da permiso de filmar en esta cueva que tiene las pinturas rupestres más antiguas en un rodaje muy acotado, de muy pocas personas, 48 horas y seccionadas porque no podían estar más de tres horas al día, y de cierta manera es una propuesta con respecto a cómo manejar este gran revival del 3D, en una obra con tintes más artísticos que comercial económico. Acá se pone en relieve justamente eso, el relieve, porque es una cueva rupestre con pintura y eso es en 3D.

Para completar la información, esto se va a exhibir sábado y domingo, a las 19 y 21 horas en el Cine Arte Alameda.

Así es, con proyectores nuevos. El estado dotó de 5 proyectores 2K a una serie de salas de cine arte y ensayo, y una de ellas es el Alameda, entonces se va a ver con proyectores de lujo. La recomendación es ir a buscar las entradas antes, porque son sólo cuatro funciones.

Una cosa interesante respecto al eslogan de este año, “Abre los ojos” es que está aplicado a lo que nos está pasando en Chile hoy día, en ese sentido hay un montón de películas y de actividades que están relacionadas con la discusión respecto a la educación en Chile, con la discusiones sobre derechos humanos y el medioambiente ¿Cuál es la relación que tiene hoy día Fidocs con la realidad del Chile actual?

Fidocs básicamente actúa de puente, y lo que ha hecho en estos 15 años es incentivar un cine documental de autor, para lo cual muestra una serie de películas, acerca a una serie de invitados y gestiona una serie de actividades paralelas. Creemos que eso ha ayudado justamente esta formación de cineastas documentalistas que al momento de enfrentarse a su propia vivencia y a lo que los rodea, deciden tocar temáticas específicas y eso implica que por ejemplo tengamos una película donde se hace un rastreo de los últimos restos de una civilización que es nuestra, o lo que sucede con Isla de Pascua, o lo que sucedió en Magallanes recién. Tenemos una sección de derechos humanos que va más allá del tema político, donde se incluyen películas que tiene que ver con lo que está pasando en esa área en Chile y en el mundo. Creemos que se generó la posibilidad de una conversación para los cineastas y el público, en ese sentido, nosotros solo actuamos de puente, de facilitador de las cosas. Básicamente generando una programación para que la gente quiere ver películas sobre la educación vea sobre educación; los que quieran ver sobre derechos humanos, vean sobre derechos humanos, y así sucesivamente. Esa es la labor del festival. Al tener 15 años se genera una madurez del medio audiovisual, que permite justamente que la gente vea, quiera estar en Fidocs, que haga los estrenos mundiales en Fidocs. A nosotros nos gusta mucho el que nuestros cineastas tengan un espectro temático diverso, hay películas que pasan mucho más por la instalación de puesta en escena de documental, por una autoría que poco tiene que ver la narratividad y otras películas que son justamente lo contrario, la posibilidad de haber estado en el momento preciso y captar a nivel de cámara un hecho cultural político social que era necesario tener. En ese espectro se mueve el documental chileno y mundial y ese es el espectro que invitamos a los espectadores ha ver, y sobre todo a debatir.

Citabas a Patricio Guzmán respecto de que el público de documental se va formando lentamente ¿De qué manera este crecimiento del público de Fidocs está contribuyendo al desarrollo del propio genero en nuestro país ?

Yo me imagino que hacer una película y que de repente te llegue el correo de que estas seleccionado en un festival e ir con tu familia, con tus amigos, con tus pares, que te presenten en sala y verla en pantalla deber ser increíble, debe ser una sensación maravillosa. Y aparte de eso, cuando alguien que no conoces se te acerca y te preguntan ¿oye tu dirigiste tal película? Y se genera una conversación. Ese es el tema que mas nos interesa, cuando se borra esta barrera entre el espectador y el cineasta. Ahí está el punto más importante de Fidocs.