Entrevista a Matías Pinochet, director de «Los Rockers, rebelde rock and roll»
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Los Rockers, rebelde rock and roll tuvo un largo recorrido por festivales luego de su triunfo en Inedit 2012. A fines del 2013 se exhibió brevemente en la Sala Radical del Bar The Clinic y ahora a vuelve, con nuevos bríos, a rodar por todo Chile a través del proyecto Miradoc. El documental, que narra el último gran intento de una banda rockabilly por triunfar, es el segundo largometraje de Matías Pinochet –que casi en paralelo acaba de estrenar su tercera película El mago–. Pero esta cinta no es un documental musical convencional, no es de esas cintas que intentan recordar con cierto aire rezongón a un grupo de músicos que ansían reconocimiento, ni menos busca testimoniar un pasado glorioso desvanecido. La apuesta es otra, más febril, más bruta, más carnal, y se basa esencialmente en un seguimiento constante por las caídas y los desesperados intentos de estos músicos por darle definitivamente el palo al gato, luego de 18 años de carrera. Es el intento final por asir esa gloria prometida a través de un nuevo disco y una gira internacional. Ese éxito latente, que al parecer siempre estuvo ahí, ahora adquiere un enfoque más serio y consistente con una singular manager que llega a la banda. El director en el momento de realizar la película era además el baterista de la banda y esto significó un desafío especial, pero sobre todo posibilitó sendas posibilidades para concretar este retrato genuino, vibrante, plagado de humor y patetismo, no obstante razonable afecto. Dialogamos con el director de Los Rockers, rebelde rock and roll Matías Pinochet sobre el proceso de realización, la construcción o retrato de los personajes, este segundo aire en salas, y el singular tono con el que nutre esta película.

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1. ALGO TARDE

Hace muy poco estrenaste tu tercer largo, El mago, y ahora estrenas el segundo, Los Rockers, ¿cómo se produjo este desfase o encuentro raro? Pues claramente llega algo tarde a cartelera. Recuerdo haberlo visto en In-Edit 2012. ¿Cómo evalúas esta sincronía entre dos películas tan diferentes? ¿Fue calculado?

Los Rockers estuvo todo el año 2013 rotando por festivales internacionales y nacionales, y en diciembre de ese año hicimos el estreno en salas nacional. Fue algo pequeño dada la realidad de exhibición que tienen los documentales en Chile (estuvimos un mes en la Sala Radical). Luego vino lo de Miradoc, que es una plataforma increíble que selecciona películas y hace un estreno mensual a nivel nacional. Ese fue un segundo aire que se le dio a la película cuando yo pensaba que ya no quedaban más lugares donde exhibirla. Ya había estado en Documentales en el Parque, In Edit, FIDOCS, Fedochi, etc… y ahora va a estar de Iquique a Punta Arenas, lo cual me parece increíble en términos de descentralizar la cultura.

No fue algo planeado el desfase de estas 2 películas, creo que Los Rockers se ha ganado una larga vida de duración debido a que ha tenido una muy buena critica y acogida del publico y festivales.

2. DECIDIR

Mencionabas en una cápsula promocional de Miradoc que entraste a la banda el 2008, ¿cómo y cuando supiste -y te decidiste- de que había aquí una película? Igual lo planteo porque se percibe todo el tiempo que la banda es irregular en cuanto integrantes y ritmos propios, y una película –sobre todo esta– es un proceso que arduo que exige recursos, mucho control y regularidad (todo lo que parece no tener la banda).

Un día nos amanecimos afuera de un supermercado con Flavio tomando cerveza (Flavio quería que las robáramos y me decía en la cara de la cajera, creyendo que ella no lo escuchaba, “corre, corre”, y yo le decía “idiota, ella es Luisa, es la cajera del súper donde compro toda la semana… Hola Luisa.” En fin), y ya estaba rondando en la banda la idea de hacer un documental. Conversábamos que sería una película muy aburrida, ya que en ese momento no estaba pasando nada: tocábamos en tocatas rockabillies que iban 4 personas –no es una metáfora– , no había una apuesta real, solo ensayábamos y tocábamos cuando nos invitaban. Lo que querían en la banda era hacer un documental contando las 5.000 historias del pasado, que son para mearse de la risa, pero que terminaba en un anecdotario de una banda que llevaba 18 años juntos. Para juntarse a carretear estaban increíbles las anécdotas pero para una película faltaba algo más.

En un momento decidimos lanzarnos y grabar un disco para poder vivir de la música, y fue en ese momento en que todos cambiamos de actitud y dijimos “a la mierda, dediquémonos a esto”. Fue ahí cuando grabé en mi casa una entrevista a Pato, otra a Walter y arme un mini teaser para presentar al Fondo Audiovisual… y lo gané (siendo que siempre repetía que esos fondos se los ganaban siempre los mismos. Me lo gané sin conocer a nadie de ahí). El click de la decisión de hacer una película vino cuando cambiamos de actitud dentro del grupo y les dije a Pato y a Walter que se iban a tener que empelotar en la cámara (emocionalmente, sino hubiésemos terminado en el rotativo del Cine Roxy). Luego de eso Walter un día nos dice que conoció a una mina que es fanática de Los Rockers y que su hijo también le gustaban Los Rockers y que nos invitaba a comer a su casa porque nos quería “ayudar”. Con Pato nos miramos y llenos de desconfianza aceptamos la invitación de Walter, que nos llevo a la casa de Nata. Poco a poco ella se integró al grupo y ya cuando se empoderó de su cargo supe que iba a ser una buena película. Esos fueron los momentos claves en que me di cuenta que habían 3 personajes que era muy irreal que se juntaran en el espacio-tiempo.

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3. TONO

Tú entras a la banda cuando ésta igual tiene años de carrete, con mañas internas, pero no realizas un típico documental testimonial donde se recuerden tiempos mejores de forma lastimera, ¿cómo llegas a este tono más vivo?, donde la idea es notoriamente “tirar toda la carne a la parrilla”…

Bueno, también las cosas se dieron muy vivas. Como te comentaba hay 5 mil historias dentro de Los Rockers, muchas quedaron fuera en edición y me costó sacarlas, pero pasaba que cómo la banda es muy desconocida podía ser cualquier cosa: delirios de los protagonistas (que en cierta parte hay en la película) o derechamente se podía sentir muy ficcionado (hay historias que realmente parecen ficción). De los Rolling Stones o de los Beatles a uno le gusta escuchar sus historias porque los conoces, pero saber cuánto se drogó o qué hizo tal noche un desconocido en una tocata no tiene mayor gracia si no hay contexto o conocimiento de la persona. En ese sentido, lo que iba pasando en vivo decía mucho de los personajes, demasiado, y con eso se logró un retrato mucho más fiel. No es lo mismo que te diga que Walter es flojo a que veas que toda la banda le dice que no llegó a la hora y él miente como un niño chico diciendo que llegó antes y no había nadie; y tu ves que el tipo esta mintiendo. Eso le gana a alguien que te dice eso, lo ves, y, en ese sentido, la película fue ganando a tiempo real. Y como estaba planteada para el Fondo Audiovisual –donde hay que presentar guión– era un 80% de historia y 20% registro, pero resultó totalmente opuesto una vez que me puse a grabar. El guión que escribí para el Fondo era muy diferente al lado de lo que sucedió en la realidad, lo cual es obvio en documental. Hubiese sido extraño llegar al final que escribí en ese guión (bueno, terminaba con 4 garrafas de vino y todos los ex integrantes felices cantando una canción de Los Rockers: ♫♪ No Tengo un hot rod, 
Ni tampoco un modelo del ’56, 
Mi chica no es rubia, 
Ni tampoco es Betty Page. 

Mi ropa no es de cuero, 
No tengo dinero para ser un rockstar 
Y mi jopo tiene estilo, 
No lo puedo parar ♫♪)… Lamentablemente no terminó así la película.

4. GUIÓN

Se percibe un arduo trabajo de guión, todo parece calzar y fluir. ¿Cuánto tomó el trabajo de guión y cómo fueron tanteando o diseñando las situaciones venideras? Pues –como te decía– la película transmite un ánimo súper estructurado y preciso en cómo se van dando las cosas, algo que de hecho, y sin quitarle el tono y mérito documental, parece un guión de ficción bien aceitado.

Estuvimos como 8 meses trabajando con el montajista a medios tiempos. Fue una buena decisión trabajarlo lentamente, a veces bien hardcore y luego despegarse un mes de ver el material. Hubo momentos en que todo fluyó y momentos en que crees que lo que estás haciendo es una mierda. Hay de todo en ese proceso. Las posibilidades de contar la película son millones y finalmente decidimos mentir un poco: partir con un inicio que da la sensación de éxito en México, luego hay unos 20 minutos que te cuenta quienes son estos personajes y el grupo y el resto es la búsqueda del disco que nos sacará de las desgracias y la gira a México que nos catapultará. Y claro, ahora me suena muy lógico pero eso fue archi masticado. Finalmente decidimos hacer capítulos, 4 capítulos: Pato, Walter, El Proyecto, México. Eso nos dio un orden y un diseño para trabajar. Y bueno, no todo sucede cronológico, el montaje en eso es un arte, puedes revolver todo y puede seguir generándose un relato. Entiendo que algunos crean que hay mucho de ficción pero no lo hay, hubieron muchos momentos en que me quedaba mirando nuestras conversaciones o revisaba material y decía: “Somos unos subnormales, se van a reír cuando vean esto”. Igual inevitablemente todo el mundo se comporta diferente frente a un equipo audiovisual que te esta grabando, pero eso ya sería una discusión eterna sobre la “realidad” del documental. 

5. PERSONAJES

¿Cómo llegan al personaje de “Nata”? Se ve, nuevamente, ahí una claridad sobre lo que estaban buscando. Su perfil, su tono, su backstory, parecen claramente definidos y explorados. ¿Con todos los personajes se trabajó con la misma intensidad? ¿Cómo se dio esto mismo con Flavio o Walter?

Con Nata fue diferente ya que se sumó al proyecto una vez que estábamos grabando el documental. Con Walter y Flavio ya éramos amigos y estábamos tocando. Nata entra al grupo porque tenia contactos en política y nos prometió plata y meternos en el mundo de la música a través de sus contactos. Una vez que seguimos grabando y conociéndola más fue apareciendo este personaje que se vuelve fascista, con un don de mando político que es muy divertido y patético a la vez en pantalla. Pero no es una creación del personaje, y en esto fui bien honesto con todos los personajes, son lo más parecidos a que lo son en la realidad. De hecho fui bien cuidadoso en temas como el alcohol o las drogas porque sino terminábamos en Trainspotting y no era la idea. Está todo súper filtrado y salen un par de borracheras pero es lo básico de una banda de rock & roll. El perfil, el tono y el backstory lo traen de antes cada uno y los que conocen a los integrantes de la banda se ríen de eso.

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6. MULTIPLE

Cuando realizaste la película formabas parte de la banda, ¿Cómo fue la experiencia de tocar, actuar y dirigir?, ¿cuánto te tocó delegar y cómo resolviste el tema de la “dirección de actores”? Pues, siento que no adquieres tanto protagonismo y esa renuncia del ego, de la figuración múltiple, no siempre es sencilla.

La película igual es basada en 3 personajes: Walter, Pato y Nata. Luego estamos los secundarios que somos Flavio, La Negra, Johnny y yo. Después ya hay entrevistas y extras. Son estos 3 personajes y el resto giramos en torno a ellos, y la banda es Walter y Pato, no hay más. Bateristas, bajistas y coristas somos acompañantes en la película y creo que un poco así son Los Rockers, 2 cabezas. Por lo mismo hubiese sido ridículo tratar de tomar protagonismo o ponerme a contar mi experiencia como baterista en Los Rockers. Finalmente me di cuenta que con la selección de 90 minutos que hice de 2 años de grabación ya es suficiente protagonismo o suficiente sacar la voz. En un momento no sabia hacia dónde dirigir la película y luego me dije “a la mierda, voy a contar lo que vi, como lo viví”, dejé de tratar de ser objetivo, y quizás esa es la lección más grande que me dio este documental: No se puede ser objetivo. Tuve que tomar un partido de contar una selección de lo que grabé y ahí tienes que hacerte cargo de ese protagonismo, de que se te acerquen o te escriban mails diciendo “oye, eso no fue así, porque en realidad…”; y claro, todos ven la realidad a su manera y yo simplemente les respondía “agarra una cámara y cuenta tu versión y deja de webiarme”, porque si cedes a eso tu película termina como un flan. Y ya me pasó con una película y no me volverá a pasar.

Respecto a delegar, trabajé con un equipo increíble. En cámara la mayor parte del tiempo estuvo Diego Pequeño que es documentalista y había echo un documental de música y habíamos trabajado. La mayoría de las veces trataba de estar cerca de la cámara y salirme de escena y dar indicaciones rápidas, pero habían jornadas en que casi todo lo hizo él. Arriba del escenario es muy poco lo que podíamos conversar, pero fue un tremendo aporte y acierto trabajar con Diego; me dio mucha libertad para poder “estar” en la banda igual, poder tocar y confiar en alguien. Y bueno, todo lo que son entrevistas era muy pero muy cómodo, ya que era entrevistar a amigos que lo único que querían era contar su historia, entonces era todo muy fluido. En ese sentido, hubo una confianza plena entre todos los que estamos en la película, incluso con los que terminamos peleados. Así que dirección de actores propiamente tal se daba por sí solo. 

7. PUBLICIDAD

Tengo entendido que también eres publicista. ¿Cómo has aplicado esto en tus películas, y en ésta en particular? Ya que claramente en el cine local el marketing y la promoción de una película es un tópico que muchas veces se deja de lado, o en el cual no se invierten los recursos necesarios, en parte por una mezcla de ignorancia, desidia o simplemente porque se ha demonizado el concepto de “vender el producto”.

Estudié publicidad pero no la ejerzo ni la he ejercido. Tampoco la he aplicado a mis películas porque ya estoy muy alejado del tema y no podría hacerlo. Entiendo que a nivel industrial en el cine el 50% de un presupuesto es destinado para marketing y promoción y el otro para la realización de la película, pero en Chile uno llega apenas a la producción con los dineros que te puedas conseguir. Eso es en la mayoría de los casos y es un mal bien grande, ya que si se va a financiar una película de 150 millones, no puedes pretender que con una campaña de 5 millones vas a hacer una buena promoción de tu película. Puede pasar pero no es probable. Hay películas que no quieren ser un producto y es una soberana estupidez. Supongo que cada director hace su película para que la vea la mayor cantidad de gente.

8. MONTAJE

Al igual que el trabajo de guión la edición siento que refleja claridad en cuanto estructura, giros, y, en efecto, logra una singular tensión. ¿Se grabó harto, tuvieron que dejar mucho material afuera (“México”) o, por el contrario, hubo cosas que no pudieron grabar? ¿Cuál fue la mayor dificultad en la etapa de montaje? Todo parece puesto en su justa medida.

En documental el trabajo de edición y guión van muy de la mano. Supongo que más que en ficción. Hay una cantidad de posibilidades enormes de cómo estructurar la película. Respecto al material, había mucho material de Santiago y poco de México. Lamentablemente por presupuesto tenia jornadas limitadas de grabación con un equipo técnico con cámara y sonido profesional (de hecho fueron 27 jornadas de grabación). Calculo que teníamos unas 100 horas que terminaron en 90 minutos. Creo que el hecho de que dé la sensación de que todo parece puesto en su justa medida significa que se hizo un buen trabajo, y realmente lo más difícil era ser fiel a la historia siendo que yo estaba dentro de ella y siendo parte de la banda. Eso quizás fue lo más complicado, luchar contra el ego, la exposición y la frialdad de exponer a tus amigos. En un principio, por ejemplo, tenia el doble de canciones de las que quedaron porque les tengo mucho cariño a las canciones de Los Rockers, y quería que los espectadores escucharan toda la discografía. Entonces llega un punto en que te das cuenta que el relato es lo importante y hay que empezar a volar. El primer armado en crudo duraba casi 4 horas.

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9. VERSE

Igual hay algo curioso, tú tenías más consciencia de tu imagen, te podías proteger, pero los otros participantes son retratados más crudamente, aunque con humor. ¿Qué les pareció el resultado final? ¿En algún momento te hicieron ver que tal vez se estaba retratando algo que ellos no querían ver después?

Bueno, antes de empezar el documental hicimos un reunión y yo les dije que ellos mismos eran su propio filtro, que cuando se sintieran incomodos se apagaban las cámaras, que mi prioridad era ser baterista y sacar adelante al grupo. Eso quedó claro desde el principio y por lo mismo no hay una manipulación en el montaje. Obviamente se cuenta la historia en crudo y uno arma un discurso descontextualizando ciertas cosas, pero nunca mintiendo. Con algunos perdí contacto, pero los que lo han visto se ven reflejados de buena manera. Y pasa algo extraño, que mucha gente ve patetismo en muchas cosas pero lamentablemente esa era nuestra realidad, no nos avergonzamos de cosas que hicimos. Hay cosas patéticas pero las hicimos porque teníamos un objetivo mayor en la cabeza que era vivir de la música grabando un disco nuevo y llegando a México. En ningún momento hubo roce con lo que se grababa, de hecho tuve la suerte de que a todos los personajes les encantaba que estuviera la cámara ya que había una entrega total al proyecto.  

10. GENERACION

Creo que gran medida la película refleja el fin de cierta juventud que creció en Democracia llena de ilusiones y proyectos, la generación “Concertación”, que de hecho se “acaba” simbólica y factualmente ahora. Sin embargo, los motivos del quiebre parecen más personales que de contexto, más ligados a una carácter chilensis relacionado a la irresponsabilidad, cierta dejadez y falta de disciplina, de profesionalismo. Luego el personaje de la Nata -que paradójicamente representa esa izquierda geriátrica- les “ayuda” a surgir a punta de sacudones. ¿Cómo asumes tú este reflejo generacional que se logra, que más allá del humor y el rock? ¿Cómo crees que se perfila ahora la generación de recambio? ¿Hacia dónde vamos?

En lo personal me siento de otra generación que Walter, Pato y obviamente Nata. Pato y Walter forman la banda el año 92, poco después del regreso a la democracia. Y más allá de que se hayan comprado un discurso de cambio les sucedió algo en lo personal. Los Rockers por el año 95 llegan a sonar en las radios, ganan el respeto de sus ídolos, les ofrecen contratos, etc… Y cuando en tu vida tú consigues eso, y lo vives y luego te lo quitan vas a desear volver a estar ahí. Y creo que eso es lo más relevante en estos personajes, el haber triunfado y haber desperdiciado la oportunidad. Y claro, me imagino que de crecer en dictadura, que luego llegue la democracia y triunfar debe ser un logro tremendo, o una ilusión de que todo va a ir cada vez mejor, pero desperdiciaron oportunidades puntuales que pudieron haber significado otro destino para la banda. Y hubo una decepción de parte de Walter y Pato con la vuelta a la democracia, de sentir que iban a haber cambios y no paso nada para ellos; y luego de 15 años llega una manager que viene de esa izquierda geriátrica que tú dices y te pinta toda una realidad que luego era todo una mentira es una doble decepción. Y para el Pato era durísimo estar tocando para Ominami o Arrate siendo que sus letras dicen que ellos son unos cerdos. Eso le incomodaba enormemente.

Creo que las nuevas generaciones vienen sin esa carga, lo cual no significa que sean inconscientes de la historia, pero definitivamente no vienen tan en busca del bueno y del malo; vienen más criticas con todo y eso es sano, me parece. Es bueno estar desconfiando de la autoridad, tener la lupa bien atenta.

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