Entrevista a Marisol García, encargada de comunicaciones de In-Edit

Contemos, primero que todo, que este festival surge en relación a In-Edit Barcelona que es un gran festival de cine.
-Es un festival que ya lleva siete versiones. Es un certamen que de alguna manera se planteó como único en el mundo, porque cuando partió In-Edit Barcelona no existía una especificación de este tipo que es bastante de nicho: hacer un festival de cine sólo sobre música, sobre cine y documental musical. Pero la idea prendió rápido. En este minuto In-Edit es una marca que tiene versiones en Buenos Aires, Río de Janeiro, Puebla y también en Santiago de Chile, donde estamos en la sexta versión. Es un festival donde, por esa misma red en el exterior, podemos también permitir que los ganadores muestren sus películas afuera. El año pasado tuvimos un muy buen ganador nacional, que fue el documental Los Blue Splendor, y esa película ya se ha mostrado en Brasil, el director viajó el mes pasado a Barcelona a presentarla… Esa red de contactos nos interesa porque nunca olvidamos que el festival también tiene un sentido de proyección y de muestra de lo que se está haciendo en el cine musical en Chile hoy, que es bastante más de lo que uno podría creer. En las primeras postulaciones al In-Edit nos llegaban tres, cuatro o cinco títulos, y en este minuto estamos obligados a una selección porque lo que llega es mucho más de lo que podemos mostrar. En ese sentido el festival tiene diferentes categorías donde lo nacional nunca ha estado en segundo plano, al contrario. Tenemos muy buenos títulos extranjeros, tenemos estrenos exclusivos para Chile este año-incluyendo cosas tan taquilleras como la última de Ang Lee, por ejemplo- pero tenemos secciones solamente dedicados a la competencia nacional, a documentales patrimoniales sobre música chilena, a work in progress de documentales que se están haciendo… por lo tanto creo que se ha logrado un buen equilibrio entre lo foráneo y lo local.

 ¿Qué es lo que a ustedes como equipo los ha sorprendido más en estos seis años?
-Quizás el aumento de postulaciones. Uno no tiene mucha conciencia de que haya directores trabajando en esto. Uno piensa que los estudiantes de cine y los cineastas, están más preocupados de filmar ficción, quizás documentales con cierta relevancia política. A uno no se le ocurre que pueda haber interés real en contar la historia, por ejemplo, de Mauricio Redolés o de las rockeras chilenas. También está el caso de uno de los documentales interesantes que está este año en competencia de un jazzista que se llama Alfredo Espinoza, que tuvo bastante relevancia en los años ’70, un paso por París que aparentemente fue bastante comentado y que, sin embargo, se perdió en la noche de Valparaíso básicamente por sus problemas mentales. Este documental es un recorrido por su vida así que pinta para una cosa bien de mito, digamos. Hay historias, finalmente, en la música chilena, la cantidad de títulos que nos llegan es realmente impresionante.

Ahora, lo emocionante de cruzar música y cine es que siempre estamos hablando de nosotros, siempre estamos haciendo memoria. Si uno piensa en el documental musical probablemente más llamativo de los últimos tiempos , Ángeles Negros,  además de la música lo interesantes es la imagen de Chile a la que uno tiene acceso…
-Claro, además la reacciones que eso genera. La historia de Los Ángeles Negros, como decías, es la historia de ellos pero también del ninguneo hacia ellos y eso también dice mucho de Chile. En eso yo no tengo ninguna duda, de que la música popular es súper potente como vehículo de identidad socia, más que otros géneros que suelen llevarse los laureles en términos de cobertura cultural. Estoy segura de que la canción popular es el lugar donde nos identificamos y reconocemos como país.

Este año hay muchas cosas interesantes y como tú dices está muy diverso. Llama la atención, por ejemplo, Santiago tiene una pena, que ganó premios como el Pedro Sienna a mejor mediometraje documental este año, mejor documental del Festival Documental de Chiloé el año pasado entre otros.  
-Sí, hay como dos versiones tipo documental. Tienes lo que está centrado en un personaje, una especie de “biopic”, como Denise, Redolés, Pogo de Los Peores de Chile, y luego películas que son como más temáticas, como Santiago tiene una pena. Tenemos una competencia de cortometrajes también. Una de esas películas está dedicada a la música pirata, sobre los nuevos trabajos de difusión de música independiente en Chile. Tenemos un documental sobre el doble de Elvis Presley, en algo muy peculiar que puede que llame la atención, se llama Más que el doble.  También está Tercer mundo que es sobre música chilena en Valparaíso…

In-edit está cubriendo un vacío porque estos documentales musicales, ¿cómo los vemos, si no los vemos ahí?
-Exacto, o sea, piensa lo poco que duró Ángeles Negros en sala, son cosas que finalmente terminan saliendo en DVD, y por lo mismo es bueno concentrarlo; que todos sepamos que el año se termina con una buena selección de documentales y de cine musical y que los que somos melómanos nos dediquemos en estos diez días que dura el festival a ver lo más posible. El festival de este año es el más grande que hemos hecho hasta ahora, tenemos cinco salas en Santiago y Providencia, 70 títulos en total, invitados internacionales de lujo gracias a nuestro auspiciador Nescafé. En ese sentido esperamos mucha más convocatoria, aunque creo que la gente está entendiendo que es un festival grande con cosas que van a sorprender y donde hay una selección de material que más o menos garantiza que lo que se ofrece no es una pérdida de tiempo, hay un filtro importante.

Además está este cruce que, al ser In-Edit un festival que va enlazado con otros festivales en Latinoamérica y en Barcelona, también tienen el sello de calidad de los otros festivales…
-También lo de las licencias, que es todo un tema. O sea, cuando te interesa la última película de Ang Lee tú comprenderás que no es llegar y mostrarla, hay que pasar por una serie de pasos de licencias, de productoras, que son las que finalmente te permiten tener un estreno como ese en Chile.

Este año en la competencia internacional hay varias joyas, por ejemplo, quiero ver el Camarón de la isla…
Sí, ¡yo también! Es súper importante que se entienda que el In-Edit-Nescafé no es un festival de rock ni juvenil. Esta es una película española que además la compró la Televisión Española y la condición que tuvo para comprarla es que no se vuelva a emitir en ninguna otra parte a partir del 20 de diciembre, por lo tanto esta cinta o la vemos ahora o ya no la vemos., en ninguna parte del mundo.

Bueno, esa es una opción. También está Shadow play. La historia de Anton Corbijn, quizás uno de los fotógrafos y directores de videoclip más importantes. Hay uno de REM, This is not a show, está Woodstock, now and then. Además está También está Johny Cash ‘s America , un gran homenaje al hombre de negro y Johnny Cash at Folsom Prison, que es otro documental.
-Sí, son dos documentales distintos de Johny Cash. Uno es solamente su paso por la cárcel de Folsom en California el año ’68 si no me equivoco que dio pie a uno de los discos en vivo más famosos del mundo, porque no solamente Johny Cash se involucró de manera muy sentida con cantarle a los presos de la cárcel, sino que ellos se encendieron de una manera que terminó casi en un motín. Fue un concierto muy tenso en ese sentido. Luego, Johny Cash’s America es un poco un retrato más biográfico con participación de la familia, con material de archivo, sobre un hombre que está por encima del bien y del mal en Estados Unidos, si consideras que en el documental salen entrevistados Al Gore, Bob Dylan, a ese nivel. Estamos hablando de alguien que supera las categorizaciones de género, si es bueno o es malo, es ya más un símbolo cultural.

Creo que está al mismo nivel de Caetano, presente en un documental que se llama Beyond Ipanema, acerca de la música brasileña…
-Y sobre la influencia de la música brasilera en la música actual. No es tanto un documental de archivo, sino que lo lleva a las propuestas actuales, como Devendra Banhart, M.IA, lo más taquillero del indie en inglés que reconoce influencias de la música brasilera. Este documental trata sobre ese puente.

Otro de interés es La agonía y el éxtasis de Phil Spector, la figura del productor instalada como un responsable de la sonoridad pop y el crimen, ahora último.
-Es que es un productor único en ese sentido. Es talentosísimo, trabajó con los Beatles, con los Ramones, con Tina Turner pero que también tiene una excentricidad en su vida que poco menos que todos esperábamos que algo así pasara. Es un personaje que desde los años ’50 había demostrado ser un freak, genial, pero un freak, y que actualmente está en la cárcel.

Hemos pasado con Marisol García por sólo dos de las categorías que tiene In-Edit, competencia internacional y nacional. Hay una muestra de ficción relacionada con cine musical, hay clásicos In-Edit, hay work in progress. Sin embargo, no quiero dejarte ir sin hablar de los invitados.
-Son tres invitados internacionales. En estas cosas siempre ayuda que estemos en Chile, porque uno podría pensar por qué Julien Temple tendrá tiempo para poder hacer un viaje rápido hasta acá y es porque Chile es tan raro y exótico que todos tienen ganas de conocerlo. Julien Temple yo creo que es como “el” gran documentalista musical rockero de Inglaterra. Tiene una carrera larguísima que partió retratando la escena del punk en Londres, muy amigo de los Sex Pistols y los Clash, tiene tres documentales sobre los Sex Pistols, tiene un documental sobre Joe Strummel de los Class. Ha trabajado con David Bowie, con Sade, con Culture Club. Es un personaje importantísimo que va a tener una película en competencia en el In-Edit que es Oil city confidential, pero además viene a presentar dos documentales suyos. Vincent Moon es alguien que está redefiniendo el concepto del video clip-que yo creo que es un formato que hay que dejar en el siglo XX, al menos el formato MTV- con filmaciones en vivo, en la calle y  espontáneas de los músicos. Creo que el video clip debiera ir en esa dirección. Él es un francés que se ha hecho famoso por los depósitos de música que él deja en un sitio llamada la Blogotheque. Luego Grant Gee, es un director importante con trabajos para Radiohead principalmente, y su documental Joy Division. Va a estar haciendo un taller para alumnos de cine en el Duoc. Nuestros tres invitados tendrán charlas abiertas a público y lo mejor para tanta información es que vayan a la página web www.inedit-nescafe.cl Hay abonos a la venta en las boleterías del Teatro Nescafé de las Artes a $8000 y te permiten ver todas las películas que quieras.