Entrevista a B. Perut e I. Osnovikoff, autores de Los Reyes
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La película Los Reyes ganó una serie de premios internacionales y fue uno de los documentales chilenos más vistos del 2019 CineChile converso con sus creadores – Bettina Perut e Iván Osnovikoff- a pocos días de su estreno.

Desde una mirada superficial, que Perut/Osnovikoff se lance a hacer una película sobre perritos puede ser un poco sorprendente, pero no lo es tanto. En Surire ya habían entrado a darle un lugar bastante privilegiado a los perros de uno de sus personajes – esta señora que vive en el altiplano-,pero además, lo que ha estado presente en toda su cinematografía es dejar que la realidad misma reflexione sobre sí. Y aunque aquí ustedes sólo muestran planos de los perros -de estos dos perros increíbles que están ahí en el parque de Los Reyes-, lo que escuchamos son los diálogos de los chicos que habitan ese lugar. Uno podría pensar que es en esos diálogos que aparece un panorama bastante interesante de cierta juventud chilena que hoy día, ha tomado un protagonismo importante en las movilizaciones. ¿Qué tan consientes fueron de eso?

Iván Osnovikoff (IO): De hecho, esas conversaciones están en el punto de partida de la película…

Bettina Perut (BP): Esos diálogos están en la gestación de la película…

IO: Tiene que ver con que yo ando en skate. A medida que mejoraba mi nivel, los chicos me daban más confianza y empezaba a escuchar estas conversaciones, que –luego- se las contaba a Bettina, y entonces dijimos “estas conversaciones no están circulando” digamos, y por lo tanto son un material valioso para hacer una película y ahí partió, digamos, y eso fuelo que se conservó de esa idea inicial.

¿En qué momento deciden mantener esas conversaciones como parte del relato, pero mover la cámara, para que a ellos no los veamos?

BP: Claro, lo que pasa es que inicialmente como dice Iván, iba a hacer una película sobre skaters, sobre la adolescencia y todo eso, pero estaba resultando muy convencional. También nos molestaba mucho la presencia humana, del cuerpo humano. Queríamos sacarle el lado antropocentrísta. Yo estaba súper disconforme porque sentía que en el fondo la película no tenía nuestro sello artístico y que había que buscar una vuelta de tuerca, digamos, para mostrar a los skaters y a la problemática skater, pero desde otro ángulo.Entonces aparecieron “Fútbol” y “Chola” que eran unos perros fantásticos, que tienen una pasión con un juego con la pelota y todo…

IO: y ahí Bettina decidió que la película era sobre los perros.

BP: Claro, los perros fueron cautivadores desde un comienzo y tenían todo un potencial cinematográfico, de lenguaje, estético, que no lo tenían los skaters, no lo tenían los propios humanos…

IO: Entonces nos dedicamos a grabar durante un año a los perros, porque a los perros les podía pasar cualquier cosa y luego empezamos a montar, y cuando ya llevábamos bastante avanzado el montaje, sentíamos que algo faltaba y ahí reingresaron los skaters a través de sus voces.

BP: Además que fue una película que ganó financiamiento con una postulación que hablaba de la juventud skater, digamos, o sea tampoco podíamos dejarlos afuera, pero estas conversaciones de alguna forma también estructuraban la película en otro nivel. La película tiene que ver mucho también con una con una juventud relegada de la sociedad, o sea una juventud que – a pesar del discurso de que hay mayores oportunidades-, en el fondo igual no tienen oportunidades. Entonces el devenir mismo de las conversaciones como en una letanía, en una tristeza, en una desesperanza de los propios skaters, conecta con las demandas sociales, tiene que ver con la juventud actual…

IO: Y tiene que ver también con el desprecio de los valores de “logro” del mundo adulto. Porque en algunas conversaciones –que no quedaron en la película- ellos referían a esta idea de trabajar para una vejez tranquila como algo que no los identificaba. Decían cosas como: “Aquí lo que hay que hacer es vivir la vida y después cuando, si llegas a viejo sin nada,mala suerte”.

Uno puede ver la película desde “Lo huacho”. Es sobre este par de perros huachos, súper simpáticos, que son callejeros, que son quiltros, que están ahí  sobreviviendo al azar en este mundo que ellos se arman, y uno escucha a estos skaters y parecieran referir también a esa orfandad. Y es curioso que esta juventud centenial que tiene muy poca valoración por el esfuerzo y por el rigor – que al mismo tiempo tiene altísimas tasas de suicidio -sea la que está en la primera línea hoy día, la que está desafiando el orden, la que está diciendo ¡ya basta!. Si uno escucha Los Reyes con atención,se puede acercar a la intimidad de ese discurso, no solamente al acto performático ¿No creen?

IO: Claro. Más que ese discurso, de esa subjetividad, porque el discurso de los chicos de Los Reyes es menos articulado quizás, políticamente, que el que uno podría escuchar en una conversación en Plaza Italia.

Una lectura del cine de Perut/Osnovikoff, sería que se caracteriza mucho por ser muy fríos frente a lo humano de la realidad y dejar que sea la imagen, el detalle de la imagen, la que cree sentido en sí misma.Y de hecho, yo me acuerdo de la polémica con Un hombre aparte de que había una objetivación del sujeto, que había una distancia con lo humano, etc. Y aquí aparece una ternura que a alguna gente le podría sorprender, pero que resulta consistente con la búsqueda estética, fotográfica que caracteriza el trabajo de ustedes.

BP: Yo creo que esta película también es una película experimental por así decirlo, o sea todas las películas son un poco un salto al vacío, nunca sabemos bien de qué van y qué va a pasar en el transcurso del rodaje, que es donde en el fondo uno comienza a hacer la película. Hay una idea inicial pero el rodaje lo cambia todo – como ocurrió en ésta-, pero claro, la búsqueda estética que tenemos en nuestras últimas películas subsiste y sigue y con mayor intensidad acá en Los Reyes, no sólo a través de un objeto de estudio que son los perros, sino en que la imagen habla por sí sola; planos macros muy cercanos donde se descubre un micromundo, un microcosmos, insectos que están en el interior de los cuerpos de los perros, en la piel de los perros, todo un universo que digamos, a simple vista,el humano no tiene acceso . Entonces hay,desde los tiros de cámara, una propuesta estética que para nosotros es súper importante, un lenguaje donde la imagen habla por sí sola, entonces eso nos permitieron, sobre todo los perros mucho más que los skaters.

IO: Yo encuentro que la empatía en nuestras películas siempre ha existido, lo que pasa es que a veces es más difícil encontrarla porque, por ejemplo en Un hombre aparte el personaje protagónico cargaba con una conflictividad muy aguda, pero nosotros siempre explicábamos que para nosotros Ricardo no era solamente una persona que estaba ahí sufriendo, sino que era alguien al que también admirábamos porque a su edad daba una pelea que era quijotesca, que para nosotros era un personaje que poetizaba, que también hablaba de manera sabia sobre la vida, a pesar de que por otro lado era un niño…

Claro, pero probablemente porque estamos mucho más acostumbrados a ver un cine, e incluso un cine documental, en donde quien relata, quién construye el discurso toma una posición,incluso en algunos casos paternalista, respecto a el sujeto o respecto a la historia que está contando…

BP: Si, cosa que no hemos hecho nunca nosotros.

No, ustedes son: “Ahí está la imagen…” nos acercamos extremadamente a la imagen y vemos las moscas entrar a la nariz del cadáver o cosas así, como en Noticias, pero finalmente hay mucho espacio para que el espectador saque sus propias conclusiones.

IO: Como dice Bettina, para nosotros el rodaje es una investigación que puede alterar nuestro punto de partida, entonces, nosotros vemos que por lo general predomina otra cosa por el mismo formato de la industria cinematográfica; el punto de vista tiene que estar al principio, sobre todo en la ficción, en el guión, y lo que se hace en el fondo en el rodaje es ilustrar lo que está en el proyecto inicial. A nosotros lo que nos interesa es subvertir esa idea a partir de esa investigación que es el rodaje porque, es ahí donde tú realmente conoces el mundo en el que estás trabajando a los personajes  y a las cosas que están ahí, por lo tanto, esa sensación que da el visionado de la película tiene que ver con cómo nosotros mismos enfrentamos la realidad que estamos estudiando.

En ese sentido, quiero volver a esa dinámica que lograron con los skaters mientras filmaban. Porque es sorprendente el nivel de intimidad de las cosas que ellos les permiten grabar. ¿Cómo se forjó esa relación?

IO: Más allá del tiempo que yo los conozco practicando skate, en general – en el trabajo conjunto que tenemos con Bettina- nuestro acercamiento a los personajes humanos tiene que ver mucho con la relación que tenemos entre nosotros dos, el hecho de que nos vean como pareja y que nuestra relación con ellos siempre la enfrentemos desde nosotros dos es algo que nos permite tener, no sé si una técnica o una capacidad de lograr esa intimidad y esa complicidad.

Llegan como equipo…

IO: Claro, llegamos como equipo

BP: Es generar empatía, o sea, uno también trabaja a sus personajes. No es llegar y que ellos se suelten. Por otro lado, nosotros siempre mantuvimos una relación, como dice Iván “de igual a igual” y sin juzgarlos. A pesar de la diferencia de edad, que resultaba en en la mayoría de los casos los propios padres de ellos eran menor que nosotros y nos llamaban por teléfono para que le diéramos consejos a sus hijos. Pero muchas veces nos sentíamos más en el bando de los hijos que de los padres, a pesar de saber que los consejos de los papás eran reales, atingentes y todo. Entonces este trabajo con tus personajes es un trabajo que se logra con tiempo, con dedicación, con entregar tu mismo cosas tuyas, con una propia confesión de uno mismo y que posibilita la confesión del otro.

Claro, no puedes pedir exposición si no te expones…

BP: no pues, exactamente. Entonces fue un trabajo lento y que finalmente derivó en las conversaciones que aparecen en la película.

IO: Claro, ahora, hubo un primer momento en que nosotros hablábamos con ellos y era increíble, pero cuando pusimos la cámara delante ellos eso desapareció completamente, se pusieron duros frente a cámara digamos, y eso fue parte del momento en el cual el proyecto estaba fracasando. Aparecieron los perros y cuando se enteraron que los perros eran los protagonistas y no ellos,se volvieron a soltar.

BP: Eso es una teoría nuestra, que es como divertida, pero es posible.

IO: Que yo voy a defender a morir…